viernes, 11 de junio de 2021

J'accuse (1919)

Hora de una clasicazo.

En un pequeño pueblo francés todos eran felices hasta que estalló la guerra y sus jóvenes fueron reclutados para ir a luchar al frente. Por una parte tenemos a una hombre celoso cuya esposa ha sido capturada por el enemigo, pero él sospecha de un poeta del pueblo y de repente aparece como su oficial superior.

Dirigida por Abel Gance. El mismo que hizo "La folie du Docteur Tube" (1915) y "Napoléon vu par Abel Gance" (1927). Dirigió también el remake "J'accuse!" (1938).

Tuvo una reedición en 1921 más corta en la que quitaron parte del mensaje antibélico, la posicionaban más en contra de los alemanes y agregaron un final feliz. Todo ello para que enganchase más al público estadounidense.

Los soldados en la escena de la "marcha de los muertos" eran reales y además se encaminaban hacia el frente. La mayoría murieron en las semanas siguientes.

Parte de la película fue grabada en el campo de batalla de St. Mihiel, durante los combates.

La historia empieza con un cazador, lo cual implican algunos animales muertos, incluso disecados. Y también un perro de caza la mar de majo. El detalle es que la manera en la que muestran los cadáveres es para dar asco o aversión. Claro que también se puede interpretar como un odio hacia las armas.

De hecho refuerzan esa idea en la escena donde el cazador se alegra de que haya estallado la guerra y el poeta se entristezca mirando su libro de poemas titulado "Les pacifiques".

Es una película que sigue mucho el dicho "una imagen vale más que mil palabras". Algunas están muy bien, como la de los esqueletos bailando, otras son sólo para dar énfasis a lo que está sucediendo como unas manos frente a una vela, rezando.

En diversas ocasiones el director hace uso de la imagen oscurecida en su mayor parte, dejando visible sólo un círculo. Un poco parecido a cuando pretenden mostrar lo que se ve a través de un catalejo, por ejemplo. Es para encuadrar la acción en un personaje solamente.

Me acabo de percatar de un detalle. El conflicto entre los dos hombres está ensalzado por un hecho que parece pasar desapercibido y es que el cazador es cristiano y el poeta es judío.

La frase que da título a la película la dicen varias veces, siempre como un grito de queja ante algo que supera al poeta como es la muerte de su madre.

La historia es dramática y buena parte de ella transcurre durante la guerra pero algunos de los momentos más importantes suceden antes de ir y después de regresar de la misma.

Definitivamente lo más interesante para mí son las escenas de guerra. Especialmente las del cazador quien se suele colocar en lugares muy peligrosos y está como si tal cosa, una muestra más de lo descerebrado que es.

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