Estamos en el siglo XVI, durante el reinado de Juan III de Suecia. Tras descubrir una conspiración entre sus mercenarios escoceses decide escoltarlos hasta la frontera. Sus líderes fueron encerrados pero consiguen escapar fácilmente y se ocultan entre la población.
Dirigida por Mauritz Stiller. Se trata de un director finlandés que terminó trabajando para la industria de cine sueca a partir del año 1912. Suyas son también "Erotikon" (1920) y "Gösta Berlings saga" (1923), siendo esta última la película debut de Greta Garbo.
Sale un perro llamado Grim. Y no tengo nada más que añadir al respecto.
La señora de Arne tiene visiones pero su marido decide ignorarlas. El problema es que esas visiones son de gente afilando cuchillos para salir a matar.
Y Arne es un vicario que tiene un cofre lleno de monedas de plata robadas a unos curas, por ello se dice que sólo traerán desgracias a quienes las posean. Lo cual hace que los lugareños ni siquiera intenten robarlas.
Es una temática recurrente, la del tesoro "maldito", que hemos visto en numerosas ocasiones posteriormente.
Desde luego es interesante el poco aprecio que les tenían a los de las islas Británicas en el norte de Europa. Aquí retratan a los escoceses como auténticos salvajes asesinos y no digo que no lo fuesen, pero me recuerda mucho a lo que vi en "Terje Vigen" (1917).
La historia está narrada como una obra de teatro, dividida en varios actos, aunque no da la sensación de serlo en ningún momento. Las técnicas de grabación ya eran bastante avanzadas como para emplear muchos exteriores y los interiores están muy bien integrados.
Es una tragedia de cuidado. El mensaje de la película es algo así como que Dios no permite que los malhechores se salgan con la suya. O que al final todos reciben su castigo, aunque para ello haya que sacrificarse un inocente. Que no deja de ser algo recurrente.
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