En el año 2028 una compañía que investigaba los tiburones, llamada DHNH, trata de hacerlos regresar de su extinción usando ADN humano y el de un hongo zombie de hormigas llamado Cordyceps. Tras varios intentos sin éxito finalmente lograron una generación nueva. De ahí nació la colonia de bebés de tiburones blancos.

El tiburón es un muñeco, tipo marioneta de esas que se usan con una mano. No se han matado pensando precisamente.
Se mueve por ahí sin más, no necesita agua para nada. Ataca a los seres pequeños al principio, como un gato o un bebé. Definitivamente no hay muchas películas en las que un tiburón se come un bebé, en eso han acertado.

A un tipo un tiburón le come la entrepierna y sale por el agujero de la bragueta del pantalón.
La (poca) sangre falsa que usan es muy oscura y espesa. Al principio, en la primera escena, es directamente negra.

No sé cuántos tiburoncitos hay en total. No importa mucho, se dedican a hacer el tonto con ellos bastante.
Tiene una escena durante los créditos finales donde una tipa acaricia a un tiburoncito y lo amamanta. Porque son mamíferos, claro. Hay otra al final de un tipo que se queja de la infestación de tiburones que se come gatos y demás.

Pero bueno, a pesar de sus múltiples defectos no me ha resultado aburrida. Y eso, dado las últimas que he visto, es mucho decir.
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