En 1844 la paz del Japón feudal se ve amenazada por el Señor Naritsugu Matsudaira, un político cruel que ha ganado mucho poder gracias a que su medio hermano es del Shogun. Nadie puede detenerle de forma legal así que el samurai Shinzaemon Shimada busca a un grupo de hombres para acabar con él tendiéndole una emboscada.
Se trata del remake de "Jûsan-nin no shikaku" (1963). No he podido ver la original así que no puedo compararlas, pero no descarto hacerlo en el futuro.De los 13 protagonistas el más interesante es Koyata, uno que les ayuda a encontrar su camino tras ser rescatado. Sigue vivo al final porque se trata de un yokai, osea un espíritu del bosque, y como tal es inmortal. De hecho eso también explica la manera que tiene de luchar sin usar una espada y como se comporta durante la batalla.
Hay un par de escenas que me han encantado. La primera es la de las sanguijuelas, es bastante simple pero graciosa. La segunda es la de los toros en fuego, es brutalmente sorprendente, el encierro más gore que he visto jamás.También que de ser 13 contra 70 pasan a ser contra 200 (o más), la batalla final es increíblemente larga y llena de todo tipo de estrategias y trampas, algunas más obvias que otras. Entre ellas una de las que más me ha gustado es la calle de las espadas, por diferente.
Aparte de la susodicha batalla tenemos varias escenas de Naritsugu mostrando su enorme crueldad. Entre ellas está la mujer a la que le corta piernas, brazos y la lengua, la que viola y luego le corta la cabeza a su marido o la familia que ata y va matando usando un arco y unas flechas.Uno podría pensar que debe ser una de las películas más sangrientas que existen, pero qué va, la gran mayoría de veces la parte sangrienta de la escena queda fuera de plano y no se ven los típicos chorros ni nada por el estilo. De hecho es más bien guarra, hay mucho barro en varios momentos.
Es entretenida y cargada de acción. De hecho la definiría como "300" (2006) versión japonesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario