Hora de una coproducción española.
Un ojeador de fútbol español se ha fijado en dos jugadores de Mali llamados Amadou y Moussa. La familia ha de afrontar un gran gasto para poder llevarles a Europa y por ello hacen una colecta y piden ayuda a todos los que pueden.
Igual es la versión que he visto pero buena parte de los diálogos son en Francés y en un idioma local que desconozco sin subtitular. Que tampoco hace falta saber lo que dicen para entender lo que pasa, pero resulta molesto.
Del reparto destacan lo nombres de Carlos Bardem (Ramón) y Guillermo Toledo (Alfonso). Ambos haciendo de cabrones de mucho cuidado.
Lo primero es que no les pueden contratar como futbolistas así que les hacen pasar por estudiantes de instituto porque tienen 16 años. La primera de tantas mentiras.
Luego las pruebas que les hacen pasar con equipos de tercera y la promesa de ir a París es obviamente otra mentira. Y encima un "representante" llamado Ramón consigue que Amadou firme un contrato sin leerlo y se lo lleva Portugal.
Mientras tanto Moussa termina en la puta durmiendo en la puta calle y mendigando comida porque el que les representaba (Pablo) ya no le quiere. Al final acude a la única persona que conoce para que ayudarle a vender droga y le detienen en una redada.
Mientras tanto a Amadou le lesionan gravemente durante un entrenamiento y su "representante" le deja tirado en un hospital.
Les vendieron el sueño de ser grandes futbolistas y al final les dejaron tirados. Encima no pueden hacer gran cosa porque entraron ilegalmente al país y sus papeles son falsos.
El mensaje es claro, el negocio del fútbol sabe moverse por aguas tenebrosas y no le importa aprovecharse de los más necesidados dejándolos tirados cuando más lo necesitan. Y hay reglas y leyes pero también hay maneras de evitarlas.
Una película que me hubiera gustado más con subtítulos, la verdad. Pero bueno, no me quejo, el cine denuncia a veces tiene estas cosas.
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