También conocida como "Jaws 19".
Un tiburón aparece en la Rusia y tras atacar a varias personas los militares lo destrozan. Tras ello un rayo cae en el agua resucitando al animal en forma de fantasma.
Sé lo que estáis pensando (o más bien lo espero) ¿es esta la película que anunciaban en "Back to the Future Part II" (1989)? Pues no, aunque sí existe un póster creado por fans.
Fue pura casualidad que diese con ella y en realidad es de lo más fácil ya que está en YouTube de forma oficial (en VOS). Advierto que su contenido puede herir la sensibilidad de los que no estéis acostumbrados a la cutrez suprema.
Si no me equivoco el presupuesto es de 100 rublos (no llega a un euro y medio). Y no estoy muy seguro en qué fueron invertidos.
Esencialmente son escenas grabadas en plan amateur con imágenes de tiburones superpuestas, pero ni animados ni nada, ahí tal cual. Para darle más realismo también ponen "chorros y manchas de sangre" y alguna "explosión".
Dura tan sólo una hora pero no os engañéis, verla puede provocaros un derrame cerebral. Escenas como el tío que va por el bosque buscando al tiburón fantasma (para luego ser devorado) o la del tío cagando (para luego ser devorado) harán que vuestras neuronas patinen más que si llevaran patinetes.
Como nota positiva sale Putin, el presidente ruso, preocupado por los ataques del tiburón. Porque cualquier cosa con Putin es mejor. También hay un mensaje sobre la importancia del reciclaje.
Hay ratos en los que nos ofrecen el punto de vista del tiburón. Que en realidad es la misma imagen pero de color rojo.
Como el tiburón es "fantasma" se aparece por doquier, no sólo en el agua, así pueden correr por el bosque o hacer el tonto en sus casas (para luego ser devorados).
La muerte del tiburón es tan épica, pero tanto tanto... que no la puedo explicar con palabras. En realidad sí, es básicamente que ve la imagen de la virgen maría y se pone la pantalla en negro con el bicho dando vueltas y más vueltas.
La verdad es que este año me he esmerado buscando lo peor de lo peor en la categoría tiburones. A veces me sorprendo a mí mismo. Y eso que aún no llevo ni la mitad, a saber qué me deparará el futuro.
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