Tiberius es el abuelo de Calígula. Le da una serie de consejos sobre cómo ha de mandar una vez él se muera. Pero lo malinterpreta y decide asesinarle convirtiéndose en un emperador tirano y caprichoso que sólo busca la autocomplacencia.
La vi hace mucho, aunque la recuerdo bastante bien porque me impactaron varias de sus escenas (bueno y que la vi repetidas veces en busca de detalles), por ello he buscado la edición más completa. Se trata de la del 20º aniversario, es la de mayor duración con un total de 156 minutos.
Empezaré hablando de Tinto Brass, el director. Es único, tiene un estilo muy particular y una manera de enfocar las cosas que llega a ser grotesca a la par de fascinante. Y con cosas me refiero a los desnudos en particular. Dicho lo cual, adoro sus películas, he visto una buena parte de su filmografía y no he encontrado ni una que no me gustase (quizás algún día me anime a comentarlas).
Aunque en esta ocasión terminaron despidiéndole porque quiso contratar a criminales reales que estuviesen con la condicional y a mujeres feas para las escenas de sexo. Su intención era causar un impacto visual en los espectadores.
El hecho de que le despidiesen hizo que Bob Guccione (editor de la revista Penthouse) pasase a tomar control de la obra editándola a su manera y agregando escenas porno. Los actores no supieron hasta que fue demasiado tarde. Claro que una de las actrices intentó demandarle y aunque ganó se llevó sólo 4 dólares.
Lo primero que dijo Malcolm McDowell (Caligula) cuando la vio es que se sentía como una mujer a la que acaban de violar. Peter O'Toole (Tiberius) la comparó con darse un baño nocturno en un buque de guerra (no entiendo el símil, pero son sus palabras). Helen Mirren (Caesonia) dijo que era una mezcla irresistible de arte y genitales.
Los primeros minutos de película muestran bastantes desnudos, casi todos casuales, aunque destaca el que la cámara esté situada para poder ver la entrepierna de las mujeres. Eso es parte del estilo Tinto Brass, ofrecer más de lo normal.
Destaca que algunos hombres lleven tan sólo la parte superior de su vestimenta. En palabras del propio Brass él quería "pollas y culos", creedme cuando digo que los hay en abundancia.
A Calígula le apodan "botas pequeñas" tanto su amante como su abuelo. Creo que es lo único real históricamente hablando.
Me llama mucho la atención lo minimalista de algunos decorados, aunque son espacios enormes con muchos personajes en pantalla. Y en ocasiones son pinturas haciendo de fondo.
Una de mis partes favoritas es el paseo que dan por las "estatuas con vida", esencialmente gente practicando todo tipo de depravaciones sexuales y gente con deformidades.
Otra es la máquina "corta-cabezas", aunque resulta un tanto impensable que pudiera existir en la época romana desde luego está a la altura de sus castigos.
Lo que mejor retrata esta película es la desinhibición de los que mandan rodeándose tanto de hombres como de mujeres para su deleite visual y sexual. En la película los definen como ninfas y sátiros, necesarios para tener una vida saludable.
Otra de las cosas que retratan muy bien es la facilidad con la que uno podía morir en aquella época. En especial si eras esclavo. Por ejemplo una esclava prueba el vino antes de que lo beba el César y muere, nadie le da ni la más mínima importancia.
Y el incesto tampoco era un gran problema, vemos a Calígula acostándose con su hermana como si tal cosa. Ella alimenta no sólo su apetito sexual sino también le da ideas de a por quien debe ir, con quien debe casarse y demás.
La escena en la que Caligula le mete el puño por el culo a Proculus originalmente iba a ser una simple sodomia, pero Malcolm McDowell se negó a hacerlo y Tinto Brass le convenció del cambio.
En la escena donde Caesonia da a luz es un parto real. En realidad usaron a tres mujeres embarazadas de las cuales filmaron sus partos y luego hicieron un montaje. Dado que lleva una máscara durante todo el rato el resultado es bastante bueno.
El barco-burdel fue el decorado más grandes jamás creado hasta ese momento. Es una de las escenas que más gracia me hace, usar a las esposas de los senadores como prostitutas para recaudar dinero, al fin y al cabo son las más putas (según dice el protagonista).
Aunque las escenas explícitas dan más realismo en realidad no aportan nada. Quiero decir, es sexo puro y duro, pero sin él la historia permanece invariable y la película tiene suficiente contenido chocante como para no necesitar hacer uso de ellas. Además se pierde la esencia de Tinto Brass por culpa de esas escenas, se diluye el erotismo intrínseco de su obra por los excesos. Creo que hubiera sido una película más interesante sin ellos.
Hubo una segunda película sobre Calígula que será mi próxima entrada.
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