Убийцы (1956)

También conocida como "The Killers".

Dos tipos entran en un bar y empiezan a incordiar al único cliente que hay, al camarero y al cocinero. Su intención es matar a un sueco llamado Ole Andreson. Pero no aparece, así que se van. Seguidamente el cliente va a ver a Ole para contarle lo sucedido.

Su duración es de 19 minutos.

Basada en la historia corta "The Killers" de Ernest Hemingway, publicada en 1927 pero que llegó a la Unión Soviética en los años 50.

Dirigida por Marika Beiku, Aleksandr Gordon (escena central) y Andrei Tarkovsky (primera y última escena). Aleksandr es el cuñado de Tarkovsky. Se trata del primer trabajo de Tarkovsky realizado cuando estudiaba en el ВГИК (Всероссийский государственный институт кинематографии, osea el Instituto de cinematografía Gerasimov), es la escuela de cine más antigua del mundo.

Se trata de la primera vez que el ВГИК permitía a un alumno usar una obra extranjera.

Todos los personajes están interpretados por estudiantes de dicho instituto. Además el propio Tarkovsky aparece como el segundo cliente y Gordon es George.

El cocinero se supone que es negro. No habían negros en la escuela de cine rusa así que usaron a un actor blanco y le pintaron la cara y las manos. Se nota bastante.

La tensión es palpable desde bien temprano, sin embargo consiguen que aumente fácilmente cuando el camarero entra a la cocina para preparar dos sandwiches.

Lo realmente interesante es que si bien la historia está planteada en la época de los gángsters de EEUU funciona perfectamente en la Unión Soviética pues los asesinos podrían pertenecer al NKVD. Aunque me extrañaría que lo difundiesen de una manera tan obvia. Podrían ser simplemente asesinos, claro.

No me había dado cuenta y es que se supone que la acción tiene cabo en EEUU, el nombre de la ciudad era la pista. En todo caso creo que estaría bien encajada en cualquier parte.

Me encanta como Ole acepta su destino sin más, es algo muy ruso.

Dentro de lo que cabe es una historia sencilla, podría dar pie para ser extendida e incluso hacer una película con ella, pero también es verdad que estas pequeñas pinceladas en ocasiones no necesitan más.