Hay rumores de desapariciones de niños en Barcelona pero la policía las niega. Sin embargo Teresita es una niña que sí ha sido robada. Sebastián es un periodista que se encargará de investigar el caso. De repente aparecen Teresita y una niña llamada Angelita en casa de una mujer llamada Enriqueta.
Por supuesto todo esto generó una serie de leyendas antes de su captura.
Combina el color y el blanco y negro. También tiene un aspecto visual muy teatral.
La película se centra en dos detalles, en primer lugar trata de limpiar la imagen de Enriqueta explicando que en realidad tenía algún tipo de enfermedad mental, quizás un trastorno de la personalidad, y que en realidad nunca hizo daño a ningún niño. La cosa se pone aún peor cuando descubrimos que el forense identificó los restos que encontraron en su casa como si fueran de niños, pero en realidad no lo pudo verificar y le presionaron para que lo hiciera sólo para poder acabar con el tema lo más pronto posible.
Lo segundo es señalar como culpables a la dueña de un prostíbulo, al policía, al director del periódico, a un abogado famoso y a la puta amiga del protagonista. En la realidad hubo una lista de nombres que incluía gente importante pero nunca llegó a ser revelada.
Es que todo parece demasiado conveniente, quizás nunca lleguemos a saber la verdad absoluta de lo que sucedió y es probable que hayan cosas que han sido exageradas con el paso del tiempo, pero hay demasiados detalles que no me cuadran si ella no fue la asesina.
La primera entrevista con la asesina revela su locura pero también algunas incoherencias como que nunca tuvo una hija, sin embargo defiende que Angelita es su hija. En la vida real lo explicaron como que ella era la hija de una pariente y que la adoptó como propia porque no podía tener hijos.
No sé, tras haber leído la historia real casi prefiero esa versión. Igual es porque tiene sentido que todos sean culpables. Pero bueno, como película me ha gustado bastante.
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