Aquí la titulamos "En la boca del miedo".
John J. Trent es un investigador de una aseguradora al que le piden que encuentre a un escritor de éxito llamado Sutter Cane quien está a punto de publicar un libro titulado "In the mouth of madness". Él está convencido de que se trata de una maniobra publicitaria compleja, pero poco a poco la gente que lee sus obras va causando más revueltas en las librerías. Él y la editora deciden ir a investigar un lugar que no está en los mapas para ver si se encuentra allí.
Qué ganas tenía de volver al cine de John Carpenter. Revisando su filmografía las únicas películas suyas que no he visto es una para televisión titulada "Elvis" (1979) y la última que ha hecho titulada "The Ward" (2010). Se dice pronto. Aunque creo que no todas están todas en el blog, tendré que apuntarme las que faltan.
En el reparto tenemos a Sam Neill (John J. Trent), John Glover (Saperstein), Charlton Heston (Jackson Harglow) y Frances Bay (Mrs. Pickman).
Cuando la editora le dice a Trent que debería leer los libros de Sutter Cane para entenderle mejor él le responde "Got any on tape?", lo cual en ese momento es un comentario jocoso pero hoy en día sería de lo más normal encontrar versiones en audiolibros de sus publicaciones.
Hacen algunas referencias a Stephen King, comparando a Cane con él.
No es una adaptación de una historia de H. P. Lovecraft pero definitivamente tiene muchos elementos de su obra como el descenso a la locura del protagonista.
Un ejemplo de ello es que nombran a "The old ones", los monstruos que van a reconquistar la tierra y que Cane tiene guardados tras una puerta, a la espera de terminar de escribir su libro.
No sé si considerar meta el hecho de que Cane tenga el poder de borrar a un personaje del libro y que nadie se acuerde de él, por ejemplo.
Es una película que en ciertos momentos nos bombardea con imágenes a gran velocidad, repitiendo muchas de ellas.
A pesar de ser nombrados y que son una parte importante de la trama en realidad no llegamos a ver con demasiada claridad a los monstruos, Salen algunos pero son de carácter menor.
Lo que me parece más peculiar, y que no recordaba, es que Cane basa sus escritos en una religión y su último libro lo identifica como su biblia. Es curioso que de todas las religiones los paralelismos sean con la cristiana.
En fin, un título que sólo Carpenter podría haber rodado.
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