Niran es el vampiro original de Siam cuyo origen se remonta a hace 800 años. Los Song Neng quieren detenerle y poner fin a la maldición vampírica pero para ello han de realizar un ritual durante un eclipse. En medio de todo ello está Connor y su pareja, Amanda, a quien ha capturado Niran.
Dirigida por Martin Jay Weiss, fue su debut. No ha hecho ningún título destacable pero se ve que dirigió las escenas iniciales de una entrega de premios de música country. Ese es el nivel.
En la segunda película el protagonista usaba un visor para detectar la temperatura de la gente, en esta aparece algo similar pero mucho más grande.
La primera película se podría definir como un western con vampiros, con diálogos muy al estilo John Carpenter. La segunda es simplemente una mala copia. Esta es una película asiática de vampiros, con artes marciales.
Una cosa que no me acaba de gustar en las películas (en general) es cuando repiten frases o escenas que acaban de suceder para darnos a entender que el protagonista está pensando en ello.
Más que un vampiro de 800 años de edad el tal Niran parece un macarrilla cutre de barrio que apenas puede costearse la gasolina de la moto.
En las tres películas alguno de los personajes principales acaba convirtiéndose en vampiro y hay cazavampiros. Eso es lo único que tienen en común.
Dicho lo cual parece que sea el final definitivo. Es quizás lo mejor que aporta a la trilogía, tampoco hace falta hacer películas infinitas.
En fin, quedaos con la primera parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario