El MI7 se ve obligado a recurrir a uno de sus antiguos agentes porque las identidades de todos los que están en activo acaban de ser comprometidas. Y el único que está disponible es Johnny English quien ahora es profesor.
No repite ninguno de los actores secundarios de la anterior. Las novedades más interesantes son Emma Thompson (Primera ministra), salió en "Men in Black 3" (2012) y en "Junior" (1994). Y Adam James (Pegasus), salió en "Band of Brothers".Destaca también Olga Kurylenko (Ophelia Bhuletova), ha salido en películas de espías como "Quantum of Solace" (2008) y "Hitman" (2007). Más recientemente ha salido en "The Man Who Killed Don Quixote" (2018).
Atentos a los cameos de Michael Gambon (Agente Cinco), Charles Dance (Agente Siete) y Edward Fox (Agente Nueve), tres pesos pesados de la interpretación provenientes de Inglaterra.Pero sí regresa Ben Miller (Bough) de la primera película. Como ya dije en la anterior entrada en realidad había grabada una escena que explicaba su ausencia pero fue eliminada.
Rowan Atkinson ha dicho que es la última vez que encarna al personaje así que no creo que se hagan más secuelas. Aparte su edad avanzada empieza a notársele.
Está llena de paralelismos con la primera película. Para empezar la necesidad de usar a Johnny English cuando no queda nadie más disponible (aunque la razón sea bien distinta y más moderna), se une a Bough, van a Francia, el malo es obvio para English pero necesita pruebas para poder acusarle. Y se infiltran en su base, sin éxito.
Me han llamado la atención las partes habladas en ruso, Olga Kurylenko y su interlocutor en el teléfono lo hacen de manera perfecta, cómo no, sin embargo Rowan Atkinson (Johnny English) lo hace de manera deplorable, aunque eso es parte del "chiste".
También las partes de Atkinson recreando algunas de las escenas más míticas de su entrañable personaje Mr.Bean, de las cuales destaca especialmente la del baile en la discoteca.
El Aston Martin V8 Vantage MkI de 1979 que usa es de la colección de Rowan Atkinson (de hecho lo compró unos pocos meses antes de empezar el rodaje con la idea de usarlo en la película), al igual que pasaba con el de la primera parte. El que conduce al principio es un Triumph Dolomite Sprint de 1978.
Esta tercera película es más bien floja. Las partes cómicas siguen recayendo en el protagonista aunque da la impresión de que Emma Thompson trate de hacerse la graciosa a ratos y no acaba de funcionar. Bough por su parte sigue más o menos igual.Creo que se flipan un rato largo con lo de que sin internet "los aviones caerán del cielo" y demás chorradas que dice el malo.
En fin, en realidad me alegro de que no tengan intención de hacer más porque ésta última es un poco meh. A veces es mejor no seguir exprimiendo una fruta a la que no le queda jugo.
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