La penúltima de la saga.
La policía de Marsella se ha de hacer cargo del enemigo número 1, un criminal belga, mientras espera su traslado al Congo. Pero Émilien le deja ir y tras ser expulsado de la policía tendrá que pedir ayuda a Daniel para volver a capturarlo.
Entre la anterior y esta hicieron el remake estadounidense que mencioné en la primera entrada. Lo comentaré al final.
Al principio hace un cameo el futbolista Djibril Cissé haciendo de sí mismo.
No regresa el personaje de Lilly porque está en París buscando decoraciones para el garaje donde vive con Daniel. Es la primera vez que alguno de los personajes principales no aparece.
Cambia también el taxi de Daniel, esta vez es un Peugeot 407 del 2006. Por su parte el comisario lleva un Peugeot 607 del 2001.
Los que sí aparecen por primera vez son los hijos de Daniel y Émilien. Al principio les vemos jugando al fútbol. El de Daniel, Léo, es muy agresivo y siempre termina llevándose una tarjeta roja, el de Émilien, Maxime, en cambio esta sobreprotegido y ni siquiera intenta entrar en juego.
Esta parte se centra más en la comedia que en la acción, de hecho apenas vemos el taxi haciendo sus típicas carreras. Lo cual es un gran problema. Incluso cortan la típica escena del taxi a toda velocidad mientras lleva al pasajero que termina por vomitar. Bien cierto es que a estas alturas sabemos como se desarrolla pero precisamente eso es lo que le daba un carácter especial a esta franquicia.
La parte del banco se hace incluso aburrida. Quizás porque intentan alargarlo demasiado o porque lo de los gemelos es un argumento demasiado sobado.
El comisario vuela frente a la Luna como "E.T. the Extra-Terrestrial" (1982). El belga imita a "Scarface" (1983) en el tiroteo final. Y luego el comisario se convierte en Rambo tras esnifar cocaína.
En fin, parecía el punto y final pero recientemente decidieron hacer una más. Pasemos a ella.
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