Aquí la titulamos "Temblores: un día en el infierno".
Burt Gummer se ocupa de la tienda de Chang cuando aparece un recaudador de impuestos y le dice que ha perdido la propiedad por impago. Una llamada desde el Ártico pidiéndole ayuda porque sospechan que ha habido un ataque de un Graboide hace que él y su hijo Travis vuelvan a unirse en una nueva aventura.
Repite Michael Gross (Burt Gummer) con lo que sigue siendo el único actor que ha salido en todas las películas y en la serie de televisión. De la anterior regresa Jamie Kennedy (Travis B.Welker), conocido por "Scream" (1996).
El estreno de la película se empañó un poco cuando anunciaron la cancelación de la nueva serie de televisión en la que iba a retomar su papel Kevin Bacon. Sin embargo días más tarde pudimos ver lo que hubiera sido su trailer, menos es nada.
El principio de la película me ha recordado bastante a "Ice Sharks" (2016).
Lo del cambio de la gorra de Burt es mencionado varias veces en los primeros minutos. La verdadera razón es que en realidad el actor es fan de los Cubs.
Necesitan sangre de Graboide para curar a Burt sin embargo, por algún motivo que no acabo de comprender, ha de estar vivo. Se ve que no sirve si justo acaba de morir. Lo digo porque igual podrían haber aprovechado alguno de los trozos del primer Graboide que matan para sacarle sangre, digo yo.
Otra de las cosas que no me ha acabado de gustar es que disparan al agua primero y al suelo más tarde, tratando de darle a un Graboide en movimiento. Es de lo más estúpido.
Y a pesar del título la acción transcurre sobre tierra firme, no en la nieve. Es que justo da la casualidad de que es la época más cálida en el Ártico y, claro, no hay tanta nieve. Vaya. No tuvo nada que ver el hecho de rodarla en Sudáfrica. Seguro que no.
Pero al menos vemos una nueva manera de atraer a los Graboides, ¡meando en el suelo!. Me descojonaba vivo con esa escena.
En total salen 3 Graboides y un Ass Blaster. Lo cual no está nada mal, aunque dada la cantidad de gente el número de víctimas al final me ha decepcionado bastante.
Lo cierto es que sin Burt esta saga no tendría sentido. Es quien tiene las mejores frases y los momentos más épicos. Claro que después de 6 películas igual podrían plantearse parar, no pasaría nada tampoco.
Pero bueno, esta sexta película está bien en líneas generales. No es la mejor de la saga pero está por encima de la media. Usan mucho efecto práctico, de hecho vemos el interior de la boca de un Graboide con todo lujo de detalles.
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