Oh, esta es muy reciente.
Estamos en el estado de Georgia. Justin Kemp ha de cumplir con sus obligaciones de ciudadano al ser seleccionado como jurado en un caso de asesinato. Tras la presentación del caso se da cuenta de que él pudo haber sido el culpable del asesinato de manera accidental.
Hay un señor de 94 años que sigue dirigiendo películas. Su nombre es Clint Eastwood y esta es la última que ha hecho. De hecho es posible que sea su última película de manera definitiva.
En el reparto tenemos a Nicholas Hoult (Justin Kemp), le vimos en "X-Men: Days of Future Past" (2014). Toni Collette (Faith Killebrew), conocida por "Hereditary" (2018). J.K. Simmons (Harold), conocido por "Whiplash" (2014). Y Kiefer Sutherland (Larry Lasker), lo más reciente que he visto suyo es el remake "Flatliners" (2017).
También aparece Francesca Eastwood (Kendall Carter), la hija del director.
La primera cosa que me viene a la mente al verla es "12 angry men" (1957). La primera escena en la sala de los jurados es básicamente idéntica.
No me esperaba que la cosa empezara tan fuerte. Es un dilema realmente complicado, o bien manda a prisión a un inocente o se declara culpable y destroza su familia y su vida, esencialmente. El hecho de que acuda a un amigo suyo abogado me encanta porque le pone las cosas claras, mínimo son 30 años de cárcel.
He visto muchas películas de jurados y siempre consiguen darle un toque diferente. Esta lo hace en sentidos que no me había planteado, un jurado que es el culpable y que trata de no sabotear el caso.
Ese final parece lo más lógico, porque la gente tiene una mente muy cerrada en cuanto a lo que es justicia. El protagonista lo explica muy bien, a pesar de que tiene todas las de perder. El sistema no es perfecto pero es lo que hay.
Me ha gustado, no se me ha hecho pesada en ningún momento. Me ha parecido interesante que cada jurado tiene su pequeña manera de ser, útil en el momento preciso, pero sin abusar de ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario