Ahora va el hombre lobo.
Un hombre lobo anda suelto asesinando gente sin parar. Pero uno de ellos es un traficante de cocaína y se vuelve aún más loco tras esnifarla. En la zona hay un equipo de grabación rodando una película sobre un payaso asesino y no son del todo conscientes del peligro que corren.
No podía faltar la película de Mark Polonia. Es todo un especialista en aprovechar las "modas". Dejando a un lado las chorrocientas películas de tiburones que ha hecho creó una saga sobre "Empire of the Apes" (2013) que creo que lleva 4 partes ya, ha hecho varias sobre Amityville, Camp Blood e incluso una titulada "The Last Chainsaw Massacre" (2024). Y sí, son todas realmente malas. Con lo cual las expectativas con él están siempre al mínimo nivel posible.
Además aparece su actor fetiche, Jeff Kirkendall (Andrew, el cazador).
Que ya es curioso que la primera escena sea de una tipa que posa como la caperucita roja y el tipo se va a ponerse el disfraz del lobo y entonces aparece el hombre lobo y le arranca la cabeza al tipo de un zarpazo.
De nuevo mencionan al oso, más concretamente un tipo le pregunta a otro si las heridas las ha podido causar uno y él le responde que no, ha de ser un lobo o en todo caso una manada de lobos.
Siempre se me olvida que las películas de los hermanos Polonia se caracterizan por tener actuaciones realmente malas.
Podría hablar del maquillaje del hombre lobo. Pero es que es literalmente una máscara con los ojos iluminados de rojo. Al menos puede abrir la boca y suele estar sangrienta. También lleva guantes. Y a veces (muchas veces) nos muestran imágenes de su corazón latiendo a toda velocidad o de las venas. Porque va cachondo perdido el pobre.
Así que... sí, es mala, pero no deja de ser como me la esperaba, poco más o menos.
Bueno, pasemos a la última.
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