Los Parchis quieren conocer a un futbolista así que se hacen pasar por reporteros. Pero justo cuando va a salir del estadio es secuestrado y acusan a los niños de ello, así que deciden investigar por su cuenta para encontrarle.
Tino tenía 16 años cuando grabaron esta película y tomó la decisión de irse en solitario mientras la estaban grabando. Eso provocó que no fuesen a EEUU, donde podrían haber seguido triunfado tras los éxitos cosechados en Sudamérica. Pero eso no es lo peor, Parchís continuaron durante un tiempo con un reemplazo pero nunca llegaron a remontar el vuelo y acabaron separándose y sobre Tino, después de dos años la productora que montó se fue a la quiebra.
Durante la grabación no se hablaban con Tino, salvo cuando estaban rodando, porque se enfadaron mucho con él.
Para más inri algunas de las canciones están sacadas de "Buenas noches, señor monstruo" (1982), del grupo Regaliz.
Para variar esta vez la trama no gira en torno al colegio aunque sí aparecen el banquero y Don Matías.
Me ha gustado que hayan tomado esa decisión porque es una película bastante diferente a las anteriores, especialmente por la intriga. Además las trastadas que hacen encajan muy bien.
La subtrama se hace un poco aburrida porque son el director y su secuaz tratando de capturar a Carlitos, quien no para de ponerse disfraces y hacer el tonto porque no puede salir. Se repite más que el ajo, especialmente con lo que quiere que le lleven comida.
No es su peor película, pero sí que lo es de las cuatro que componen esta serie, en mi opinión.
En realidad podría ver algo más sobre Parchís, hicieron un documental años más tarde sobre ellos. Pero estoy más que empachado con el tema de momento, me lo plantearé para más adelante.
En todo caso esto es el final, pasemos a otra cosa.
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