Estamos en Abril de 1917, "Slim" Jensen es tan sólo uno de tantos trabajadores estadounidenses que ayudaba a levantar una nación. Mientras tanto otro trabaja en un bar y Jim, el hijo de un rico, decide seguir sin hacer nada de provecho. De repente estalla la Primera Guerra Mundial y el país necesita jóvenes que se alisten. Allí es donde se conocerán los tres.
El ejército estadounidense colaboró en el rodaje, más concretamente la Segunda División de la Armada.
Es fascinante lo mucho que se parece a "Wings" (1927) en sus compases iniciales. El rico enamorado de una chica que le incita a ir a la guerra. El pobre que se ve casi obligado a hacerlo.
Por cierto, recomiendo mucho esta película por la increíble calidad con la que nos ha llegado, es realmente impresionante lo nítida que se ve. De hecho he podido apreciar los problemas que tenían las cámaras de aquel entonces con los enfoques en momentos puntuales.
Me llama la atención la cantidad de canciones que cantan los soldados pues siendo una película muda pierden mucho. Todas tienen un toque gracioso en sus letras y, probablemente, se trata siempre de la misma melodía.
La escena en la que Jim le enseña a comer chicle a la chica francesa fue improvisada. Es bastante realista pues una chica de un pueblecito francés nunca habría visto un chicle antes y para el soldado americano sería de lo más normal. Además equilibra bastante bien la comedia y el romanticismo que poco a poco va creciendo entre ambos.
De hecho a pesar de que están en guerra no llegamos a ver acción bélica hasta pasada casi una hora y media de película. Aunque he de decir que es realmente espectacular ver la cantidad de soldados, camiones, aviones y demás que despliegan.
En todo caso la cantidad de muertes que muestran es mayor de la que anticipaba por el tono suave que había tenido la película hasta ese momento. De hecho empezaba a pensar que aquello de romantizar la idea de la guerra se lo habían tomado de manera literal.
Tras la mejor escena de la parte de la guerra, la que transcurre en la noche, aparece un vehículo de la Cruz Roja cuya cruz está realmente pintada de color rojo. Es la única vez en la que sucede algo así.
Me ha parecido excepcional. Plasma las crueldades de la guerra de una manera directa al igual que sus consecuencias y lo inútil que resulta. Un mensaje que he visto repetido en numerosas ocasiones desde diferentes puntos de vista y que siempre suena igual.
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