蠱 (1981)

El título se traduce como "Locura". También conocida como "Bewitched".

Mientras estaban de picnic un padre y un hijo encuentran el cadáver de una niña de unos 6 o 7 años de edad a la que asesinaron clavándole una pieza alargada de metal en la cabeza. La policía se pone inmediatamente a investigar el caso y consiguen dar con el padre fácilmente, quien es condenado a muerte por asesinato.

Originalmente iba a ver sólo su secuela "魔" (1983) pero he pensado que ya que estoy veo las dos.

La película arranca con una advertencia que dice, en esencia, que está basada en una historia real difundida por varios países de Asia y que depende del espectador creérsela o no. En la versión que he visto por algún motivo esa parte está sin subtitular. Y hablando de subtítulos, los que venían con esta copia son horrendos, han traducido literalmente el chino y la mayoría de cosas son sinsentidos, pero bueno, echándole algo de imaginación se entiende.

En apenas 5 minutos han planteado la trama y han resuelto el caso. No se andan por las ramas precisamente. Aún así cuelan una escena de un policía en su casa quejándose a su esposa de que la carne que le ha preparado está poco hecha. Es fascinante.

Me ha costado lo mío, pero creo que es para hacernos entender que el policía está casado. Y ya.

Sin embargo quedan muchas preguntas sin resolver y de eso trata la película.

Cuando vemos el flashback sobre el viaje a Tailandia aparecen varias calles y enfocan a unos carteles de anuncios, el último es el de la película "Star Wars" (1977).

No explican por qué la chica tailandesa decide embrujar al tipo. No parece que haya hecho nada malo, más bien todo lo contrario, primero la ayuda a llegar a casa y luego intenta ligar con ella pero de una manera clara.

Por cierto, la chica sale con las tetas al aire en la playa mientras toma un baño. Más tarde al regresar a Hong Kong él toma un baño con otra chica y ella sale completamente desnuda. Todo muy gratuito.

El primer síntoma de posesión es la falta de erecciones. Bueno es saberlo.

Eventualmente vemos el ritual que hizo el hechicero con el que embrujaron al que posteriormente asesinaría a su hija. Pero no he acabado de entender las razones de la chica para embrujarle. En todo caso implica el cadáver de una mujer (muy) embarazada y usa uno que ya llevaba un tiempo muerta. Agradable de ver no es.

En los santuarios "buenos" prevalecen los colores blanco y dorado, en los "malos" el verde y el negro. Pero no son excesivamente diferentes.

La mejor escena de la película es la pelea del monje y el hechicero, el primero intenta sacar cuatro clavos de una fotografía mientras que el otro trata de impedirlo. Lo gracioso es que el monje está a varios kilómetros de distancia, en su templo. Es un combate que tiene escenas notables como cuando un clavo casi atraviesa la mano del hechicero o cuando se pone a beber sangre de una tinaja llena de vísceras y bebés muertos para así tener más poder.

A pesar de que la segunda mitad de la película contiene abundantes escenas del hechicero atacando el policía a distancia haciendo todo tipo de rituales guarros, se hace bastante pesada de ver.

La historia tiene una clara conclusión, sin embargo, como dije antes, hay una secuela. Pasemos a ella.