Y otro más.
Estamos en Londres, una hora antes del "pulso". Sam es una chica sorda que está desayunando junto a sus padres. Más tarde vemos a Nat, quien está con Imogen, una amiga, y descubrimos que ella hace poco que ha perdido el oído y no está aún acostumbrada a hablar con signos en público, cosa que a Imogen, también sorda, no le hace ninguna gracia. De repente un estallido sónico afecta a todos los que no tienen problemas de oído y los convierte en zombies.
Su duración es de 12 minutos.
Dirigido y coescrito por Rob Savage. Recientemente ha dirigido "The Boogeyman" (2023) y "Host" (2020).
Como se ve que les sobra tiempo de corto meten un pequeño vídeo de un par de gamberros que se dedican a asustar a las chicas usando máscaras. Pero se dan cuenta de que hay dos que no reaccionan porque son sordas y se ponen a burlarse de ellas. Es estúpido a más no poder.
Sam no está sorda al 100%, pero oye muy poco.
Me cuesta interpretar si el padre de Sam es un gilipollas o si se preocupa por ella. Claro que cuando la besa me queda más claro que la razón de su comportamiento es que se acuesta con ella (a saber desde cuando), forzándola.
Resulta que Nat e Imogen son algo más que amigas. Me ha parecido muy interesante la escena en la que discuten, en lo que parece la entrada del metro, donde la cámara da vueltas a su alrededor y sus cuerpos cortan los subtítulos dificultando seguir la conversación.
El final es un levantamiento zombie clásico, pero sólo atacan a aquellos que no fueron afectados por el pulso, osea a los sordos.
Me gusta y no me gusta. Me explico, la idea de un pulso sónico que afecte a toda la población de no sordos me encanta pero hubiera preferido que los hubiera asesinado sin más, la parte en la que se levantan al más puro estilo zombie y cuando empiezan a atacar a los "sanos" no la veo necesaria. Aparte que la convierte en un producto genérico zombie más, lo cual ahora mismo me resulta aburrido.
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