No es de habla hispana, pero casi.
La policía está desbordada porque no paran de desaparecer bebés menores de 2 años de edad. Una mujer se despierta al oír el llanto de uno de sus bebés de madrugada, pero al levantarse ve que están dormidos. Vuelve a acostarse pero al dormirse de nuevo oye un ruido extraño y va a ver qué sucede. Al final opta por llevárselos a dormir con ella, sin embargo sigue oyendo ruidos extraños y de repente los niños se convierten en un monstruo.
Su duración es de 9 minutos.
Dirigido y coescrito por Freddy Chavez Olmos.
Empieza con un texto que explica que en 1937 se usó uno de los primeros monitores de audio para bebés. Charles Lindbergh perdió a su hijo de dos años y se cree que eso causó su creación.
El título es de una nana típica en español. Ya dije en un corto anterior que el uso de nanas es algo común. En este caso es el nombre del aparato para escuchar a los bebés que usa la protagonista.
Los efectos especiales son sutiles, como por ejemplo cuando se despierta la mujer por segunda vez tiene los ojos como gato durante un instante.
La simplicidad es la clave, aunque en esta ocasión se lo curraron mucho para darle todo un aspecto de finales de los años 30.
Me gusta hasta que aparece el monstruo.
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