Aquí la titulamos "La princesita".
Estamos en 1914, el padre de Sara se ha alistado para luchar en la Primera Guerra Mundial con Inglaterra y ha de dejarla interna en el colegio para niñas al que fue su madre también. Y al principio la cosa va bien, pero de repente recibe la noticia de la muerte de su padre y no puede costearse la estancia así que pasa a ser una criada.
La vendieron como si fuera la segunda versión de la historia, se refieren a que previamente hubo la adaptación "The Little Princess" (1939) de Shirley Temple. Sin embargo, como ya mencioné en su entrada, hubieron algunas anteriores.
Protagonizada por Liesel Matthews (Sara Crewe) de quien hablé en detalle en la entrada de "Air Force One" (1997). Junto a ella tenemos a Liam Cunningham (Capitán Crewe/Príncipe Rama), conocido por "Game of Thrones", ha salido en "Dog Soldiers" (2002).
Lo más curioso de esta película es que igual la he visto 20 veces. Y soy incapaz de explicar la razón porque no me parece tan buena ni creo que tenga nada especial, simplemente me quedo atontado mirándola cada vez que se cruza en mi camino, cosa que ha sucedido con bastante frecuencia.
Los personajes de la historia que narra Sara están sacados de un poema indio llamado "The Ramayana".
Hay que ser una gran hija de puta para joderle el día de su cumpleaños a una niña, por mucho que se haya muerto su padre podría haber esperado a la noche, por ejemplo. Que tampoco va de unas horas dado que hace "varias semanas" que sucedió. Y que hay mejores maneras de decirlo que "ahora estás sola en este mundo". Pero bueno, exagerar el drama forma parte de la historia, así queda más tipo madrastra de cuento.
La gran pregunta es, el tipo indio que vive en la casa de enfrente ¿reconoce al padre cuando lo van a ver al hospital?. Salió al principio y le vio junto a Sara. En mi opinión sí lo hizo y no le dijo nada para que pudiera recuperar la memoria de una manera natural, por eso cuida tan atentamente de ella.
La canción "Kindle My Heart" fue cantada por la actriz Liesel Matthews. Suena varias veces durante la película y en los créditos finales.
Las animaciones en 3d para recrear los monstruos en las historias de Sara son bastante pobres, es el mayor pero que se le puede poner a esta película.
Por lo demás es muy emotiva, quizás algo infantiloide pero no excesivamente diferente a lo que fueron las películas clásicas de Disney (con la ventaja de que no cantan). Supongo que me gusta tanto precisamente porque es una historia de alguien que pese a estar en la hez no pierde la esperanza de seguir adelante aunque sea usando su imaginación.
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