The Twelve Chairs (1970)

Aquí la titulamos "El misterio de las 12 sillas".

Una mujer a punto de morir le dice a su yerno que antes de cambiar de casa escondió sus joyas en el asiento de unas sillas. Pero él era un aristócrata y la policía secreta va tras él así que cuando por casualidad le descubre un bribón llamado Ostap decide contárselo para que no le denuncie.

Mel Brooks, el responsable de títulos como "Blazing Saddles" (1974), "Young Frankenstein" (1974) o "Spaceballs" (1987), es uno de mis directores de comedia favoritos. Además nunca me deja de sorprender, un gran ejemplo de ello es el título que nos ocupa del cual apenas había oído mención anteriormente.

Del reparto destacan los nombre de Ron Moody (Vorobyaninov), salió en "Oliver!" (1968) y en "Legend of the Werewolf" (1975). Para Frank Langella (Ostap Bender) fue su debut en el cine, ha salido también en "Superman Returns" (2006) y "The Ninth Gate" (1999). Y Dom DeLuise (Padre Fyodor), conocido por "Robin Hood: Men in Tights" (1993) y "The Cannonball Run" (1981).

Mel Brooks se reserva el personaje de Tikon, el ex-criado de Vorobyaninov. Es una práctica habitual en sus películas, en esta ocasión es un borrachín bastante gracioso.

Basada en una novela rusa titulada "Двенадцать стyльев", fue escrita por Ilia Ilf y Yevgueni Petrov en 1927. Su final es diferente al de la película, en él Ostap era asesinado por Vorobyaninov cortándole el cuello. La novela tuvo una continuación titulada "Золотой телёнок" que ha sido adaptada varias veces en formato cinematográfico.

Al principio de la película Ostap Bender va andando por Stargorod y en un momento dado se ve el nombre de una calle. El nombre viejo era "Avenida Zar Nicolas II", el nuevo "Calle Marx, Engels, Lenin y Trotski". Pero el nombre de Trotski está tachado porque en el año 1927 (cuando transcurre la película) el gobierno soviético estaba en contra suyo.

En un par de escenas hacen uso del recurso cómico clásico de la cámara rápida. No me desagrada, viene a ser una comedia de enredo con pocas pretensiones y tampoco queda del todo mal.

Dicho lo cual me ha parecido toda una curiosidad muy interesante. Mel Brooks raras veces decepciona.