Sachi confirma que es su hijo quien está en la morgue, asesinado por un tiburón, tras arrancarle una pierna de un bocado. Pero al estar apunto de tomar el viaje de vuelta decide quedarse una semana más. 10 años más tarde sigue allí.
Me resulta irritante la manera tan condescendiente con la que tratan a Sachi. Mi impresión es que tratan de no quedar mal, sin preocuparse realmente por lo que siente ella.
Ella parece querer terminar con los trámites de manera rápida, cerrando todo lo que pueda dejar pendiente su hijo, sin importar el coste, y regresar a su hogar.
No entiendo la manía que tienen con la huella de la mano del hijo ni su insistencia en guardársela a la madre, por si cambia de opinión.
La historia deriva en dos jóvenes japoneses de los que se hace cargo, uno le llama tía.
Me resulta bastante aburrida la historia, es como si esperan mostrar un ataque de tiburón, similar al que le pasó al hijo, pero en realidad no tienen nada más que contar y meten un montón de relleno.
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