Es el 26 de octubre de 1897, Howard Lovecraft va con su madre a visitar a su padre por su cumpleaños en el psiquiátrico donde le tienen encerrado. Su padre está ido y no hace más que advertirle sobre la llegada de un tal Rey Abdul y que debe destruir el Necronomicón.

Gráficamente hablando me ha parecido bastante tosca, en especial lo que se refiere a los ojos. Es animación en 3d con los típicos personajes con cabezas enormes respecto a sus cuerpos. Intentan darle los detalles mínimos pero lo único que consiguen es que parezca una película de hace 20 años.

La historia avanza torpemente y aunque tiene algunos momentos aparentemente cómicos resulta tediosa a más no poder. Me ha costado mucho terminar de verla.
Evitadla a toda costa. En serio.
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