Y otra española más.
Ángel trabaja para una empresa de fumigación, ha llegado a la zona donde tiene que luchar contra la cochinilla en los viñedos, una amplia zona en la que tendrá que contratar a unos 20 trabajadores. Pero primero inspecciona los campos y cata los vinos, con sabor a tierra por culpa de la dichosa cochinilla.
Ésta es la tercera película de Julio Medem, para mí sus primeros títulos forman una especie de trilogía extraña, en realidad no tienen nada que ver entre ellas salvo por unos momentos que podríamos llamar "místicos". En "Vacas" (1992) fue la escena final, en "La Ardilla Roja" (1993) el sueño que enfrenta a Carmelo Gómez y Nancho Novo, bien pues en esta película más que un momento parece ser toda ella ya que Ángel habla consigo mismo como si se comunicase con alguien que no está e incluso le vemos hablando con los muertos.
Y curiosamente esa forma de hablar consigo mismo es una de las cosas que mas me gusta de esta película. Por una parte la "voz en su cabeza" que actúa como una especie de conciencia y por otra su forma de expresarse, tan alegre y con la que en seguida llega a los que va conociendo, hay diálogos en los que emplea metáforas y dobles sentidos de una forma magistral pero simpática a la vez.
Otro detalle es que cuesta pensar en esta película sin recordar el color rojizo de la tierra, casi todas las escenas están inundadas por ese color. Incluso el bar al que acuden los lugareños por la noche parece que esté metido en una montaña de esa tierra. Hay incluso unos planos en los que vemos los campos desde el cielo y son todo trocitos de rojo divididos en parcelas, da hasta miedo.
Esta es la única película que me gusta de Silke, claro que salvo "Tuno Negro" (2001) no tiene ningún hito interesante en su filmografía. Aquí fue donde se hizo famosa (bueno y con el anuncio aquel de compresas). Su papel es la contraposición del de Emma Suárez, la ama de casa con una hija, un marido y un padre al que cuidar. El protagonista se ve en la disyuntiva de tratar de decidir a por cual de las dos ir, ambas son objetos de deseo para él pero con alguna complicación añadida.
El papel de Karra Elejalde esta vez es inmenso, por una parte el cazador que no falla un tiro, siempre vuelve a casa con algún conejo o jabalí, por otra el que engaña a su esposa con otra y se pone celoso si a alguien se le ocurre mirar a su amante (Silke). Es un personaje con unos prontos y una mala leche que ya desde la primera escena se ve que va a tener problemas con el protagonista.
Y luego está Nancho Novo con un papel pequeño, es el dueño del bar, sin demasiada transcendencia en la historia, y Pepe Viyuela con una aparición casi fugaz ya que es el pastor al que le cae un rayo y muere dos veces, según dice el protagonista.
Me resulta difícil elegir un favorito entre estos tres títulos, pero éste tiene mucho a su favor por como toca el tema de la muerte, por la dificultad de la decisión final que ha de tomar el protagonista y porque aunque la he visto un montón de veces sigue asombrándome el color de la tierra.
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