Y la precuela.
Estamos en 1975, en Madrid. Germán Areta es un detective y su nuevo caso es tratar de averiguar cómo mataron a un hombre a quien han declarado como suicida. Es un caso complicado en el que hay cuatro sospechosos quienes cobraron un seguro de vida tras su fallecimiento.
De nuevo fue dirigida y co-escrita por José Luis Garci.
No repite ningún actor de las películas originales, obviamente. Del reparto destacan los nombres de Cayetana Guillén Cuervo (Conchita), Andoni Ferreño (Luengo "El Solomillo"), Luis Varela (Rocky) y Macarena Gómez (Luisa).
Originalmente iba a protagonizarla Víctor Clavijo, pero no pudo ser por cuestión de fechas. Bueno, en realidad iba a retomar el papel Alfredo Landa en un principio, su personaje se jubilaría encargándose de un último caso, pero estaba ya muy mal y el director decidió cambiarlo todo.
Así es como retomó la historia contándonos lo que sucedió antes. Para algunos es un acierto, para otros algo innecesario. En mi opinión fue la manera de quitarse la espinita que le quedó al director por no poder hacer la tercera película en su momento.
Arranca con una partida de mus, porque no podía faltar.
A estas alturas Areta ya ha dejado la policía y se ha establecido en su agencia de detectives. Es cuando empezó su relación de trabajo con el Moro.
No tengo muy claro quién se supone que es el "rockero satánico" que entrevistan. ¿En la España de los años 70? Ni idea, vaya. Lo de que sea un drogadicto y que juegue al póker no son grandes pistas precisamente. Y ese es el problema, en seguida he notado que era el personaje que destacaba.
Igual es que me esfuerzo demasiado en ver los personajes en estos nuevos actores y no lo consigo, salvo "el viejo" que creo que es el que más se parece. Y el que menos Rocky, y no sólo por el actor elegido es que simplemente no es él.
A mitad película muere Franco y al protagonista no le afecta lo más mínimo.
La tercera vez en la que muere alguien cercano al protagonista lo cual acarrea la consecuente escena de venganza (que en la segunda película resultó de lo más insatisfactoria, pero bueno).
Si la miras como una obra que Garci necesitaba hacer para desquitarse no resulta para nada mala. De hecho es exactamente eso. No está a la altura de las otras dos pero no tampoco era esa la idea.
En general me quedo con la primera, es redonda de principio a fin. Pero me alegro de haber visto las otras dos.
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