El título se traduce como "Cerbero, el perro del infierno".
Tras salir de la cárcel Inui, un ex-agente del grupo conocido como Kerberos, decide ir tras su ex-líder, Koichi. Pero tiene muy pocas pistas y salvo por una chica que convivió con él está solo.
Dirigida también por Mamoru Oshii. La acción transcurre antes que su antecesora "Akai Megane" (1987).
Al principio de la película hay una pequeña introducción en la que aparece brevemente Koichi, el protagonista de la primera película. Está interpretado por el mismo actor además. Y aunque no se les ve también mencionan a sus dos compañeros.
Las diferencias con la primera película son notables. Para empezar se desarrolla en un mundo más cercano al nuestro, es en todo color y la acción es mucho más pausada y parsimoniosa, llegando al punto de ser aburrida.
Tengo la impresión de que es una historia que no daba demasiado de sí y el director decidió añadir escenas de la cámara avanzando por diversas calles y de paisajes sin más.
Aparte que abusa bastante del símil entre los perros callejeros y los del grupo policial. Digamos que tampoco hace falta recalcarlo, creo que queda bastante claro sólo con mencionarlo.
Lo mejor de la película es el enfrentamiento final, claro que las armaduras con los ojos rojos brillantes son lo más icónico de estas películas y verlas en acción siempre mola.
En fin, una película que ni fu ni fa, al menos en la primera había un cierto nivel de locura que la hacía interesante. Pasemos a la que cierra la trilogía.
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