Aquí la titulamos "El cuarto protocolo".
En 1963 el agente británico Kim Philby fue ejecutado en Moscú. En 1968 los EEUU, el Reino Unido y la URSS firman un acuerdo que contenía 4 protocolos secretos. John Preston es un espía británico que va un poco a su bola pero como es tan bueno en su trabajo los que mandan le dan manga ancha, el problema es que a su nuevo jefe le cae fatal y por eso le envía a investigar puertos y aeropuertos. Pero él da con lo que podría ser un peligro potencial proveniente de la Unión Soviética.
La cuarta novela de Frederick Forsyth que tuvo adaptación cinematográfica. Las otras tres películas son "The Day of the Jackal" (1973), "The ODESSA File" (1974), y "The Dogs of War" (1980). El autor hace un cameo poniendo la voz del presentador de noticias soviético de la radio de Moscú.
De esta película no recuerdo prácticamente nada del argumento ni qué sucede, sin embargo guardo un grato recuerdo de ella de cuando la vi en su día, que igual hace más de 35 años de eso. Por ello me apetece mucho volver a verla.
Un reparto interesante encabezado por Michael Caine (John Preston), ese mismo año hizo la infame "Jaws: The Revenge" (1987). Con Pierce Brosnan (Valeri Petrofsky / James Edward Ross), acababa de terminar la serie "Remington Steele". Ned Beatty (Borisov / Pavel Petrovic), falleció hace un par de años, pero siempre será recordado por su papel en "Superman" (1978) y su participación en "1941" (1979). Y Joanna Cassidy (Irina Vassilievna), conocida por "Blade Runner" (1982) y "Who Framed Roger Rabbit" (1988).
Para entender el "cuarto protocolo" nos tenemos que remontar a la época de la Guerra Fría. Es algo ficticio, ojo, pero se refiere a un tratado que surgió en 1968 según el cual la proliferación nuclear estaría limitada al uso de bombas en aviones o usando misiles, nunca de manera clandestina usando paquetes, por ejemplo.
Michael Caine la definió como una película de acción en la que se hablaba demasiado, llegando incluso a tener diálogos ininteligibles incluso. Le molestó en cierta manera pues él tenía bastante control creativo y le hubiera gustado que fuese más movidita, al estilo estadounidense.
No podían rodar en la U.R.S.S., obviamente, así que se fueron a Finlandia. Por ejemplo el centro de entrenamiento de la K.G.B. en realidad era un colegio.
Los soviéticos están interpretados por actores de diferentes nacionalidades y no tienen acento ruso, de hecho hablan un inglés muy británico. Demasiado. Hay cosas que jamás diría un ruso y menos en la época soviética.
Siempre me hizo gracia el miedo que tienen los espías a ser atrapados, especialmente sus "jefes". En esta película matan a un tipo y luego matan al que lo mató. En mi opinión es una manera muy estúpida de perder hombres. Lo más probable es que ni siquiera había necesidad de matar al primero. Pero bueno, viene a ser un ejemplo más de los cientos que he puesto en el blog de un malo que es tan malo que mata a los suyos.
Y estaba más que claro que su intención es matar también a Ross, vamos es algo que se ve venir de lejos. Va limpiando el rastro que deja, a excepción de los "mensajeros" quienes no saben muy bien qué llevan en realidad.
Una cosa en la que aciertan plenamente es que en la Unión Soviética no estaban bien vistos los gays. De hecho aprovechaban cualquier excusa para hacer "limpieza" de aquellos a quienes habían sorprendido.
Por supuesto el jefe de los británicos es un gilipollas que se dedica a hacer la vida imposible al protagonista, incluso cuando le trae una prueba de que alguien está intentando construir una bomba atómica en su país.
Es una de las mejores películas de espionaje de la época de la guerra fría, sin duda alguna. Es discutible el hecho de que le falta acción, podrían haber agregado algo más en la parte en la que el ruso pilla un atasco de tráfico, por ejemplo, pero no lo veo estrictamente necesario. Me gusta como así.
De hecho mi mayor inconveniente es que los rusos no parezcan rusos, en ningún momento. Qué menos que hacer que el espía se prepare un plato ruso cuando cocina, por ejemplo, o que use alguna palabra más allá del "На здоровье", que en realidad tampoco lo usan bien.