En un campamento ruso para niños empiezan un juego llamado Zarnitsa consistente en dividirse en dos grupos, los azules y los verdes, y recrear de forma ficticia una guerra entre ambos. Para considerar muerto a un participante le han de arrancar unas hombreras que llevan adheridas. Aunque al principio parece ser una cosa solo de niños tambien las niñas aportan su granito al combate. Uno de los niños cae en una emboscada y es torturado aunque logra escapar, iniciandose asi una persecucion sin limite por su supervivencia.

Estamos ante una pelicula que fascina y horroriza a la vez. Algunas escenas dan que pensar, particulamente en como se atrevieron a rodarlas. Por ejemplo la de los dos niños peleando en el borde de una montaña, hay un plano en el que se aprecia perfectamente la altura a la que se encuentran y no se ve ningun tipo de proteccion (aunque bien podria estar disimulada).

Una pelicula realizada en la que todavia era union sovietica que no tiene caracter propagandistico, lo cual siempre es de agradecer, aunque igual alguien es capaz de hacer alguna lectura sobre el comunismo porque siempre tiene que haber un tocapelotas.

En ocasiones esta bien esto de experimentar con peliculas desconocidas, esta ha sido toda una grata sorpresa para mi ya que tanto el argumento como la forma de contarlo, la fotografia sencilla y los jovenes actores dan mucho de si.
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