La aparición de un cadáver en un pequeño pueblo de un estado del sur de EEUU alerta a la policía local, quienes empiezan a buscar sospechosos. Y el primero al que detienen es un chico negro que estaba esperando en la estación de trenes. Pero resulta ser un policía de otra ciudad llamado Virgil Tibbs.
En el reparto tenemos a Sidney Poitier (Det. Virgil Tibbs), Rod Steiger (Jefe Bill Gillespie), Lee Grant (Sra. Colbert) y Matt Clark (Packy Harrison).
Sidney Poitier y Harry Belafonte casi fueron asesinados por el Ku Klux Klan durante su visita al Mississippi. Por eso pidió que el rodaje fuera en el norte, el lugar elegido fue Sparta, Illinois, aunque tuvieron que ir a Tennessee para grabar las plantaciones de algodón. Allí recibió amenazas de algunos tipos del lugar.
Tuvo dos secuelas tituladas "They Call Me Mister Tibbs!" (1970) y "The Organization" (1971). No tengo intención de verlas de momento. Y a finales de los 80 se hizo una serie de televisión que tuvo 8 temporadas.
Fue prohibida en Sudáfrica por el apartheid, como muchas de las películas de Sidney Poitier.
La mujer que está desnuda en su casa y el poli que la mira desde su coche es una gran escena.
Tiene un par de planos la mar de curiosos al poco de empezar. Uno es un "ojo de pez" de la parte trasera del coche de policía y otro es un zoom repentino a la luz de freno.

Recuerdo la escena de la esposa del asesinato amenazando al jefe de policía con llevarse a "sus ingenieros" si no pone al cargo del caso al "policía negro".
Un campo de algodón, recogido por negros, propiedad de un señor blanco con negros a su servicio, que dice que deben ser cuidados y alimentados. Osea, como si fueran animales. Todo muy de mediados del siglo XX.
No tengo muy claro hasta qué punto refleja una realidad del momento, pero muchas de las cosas que aparecen me resultan desfasadas.

Hay dos versiones de la historia de la bofetada que le devuelve al tipo blanco, en una dicen que fue improvisada por Sidney Poitier y en otra que estaba en el guion.
Por milésima vez vemos a un policía siendo lo más inútil posible, en cada detención, en cada acusación, en prácticamente cada palabra que sale de su boca. No sólo no acierta si no que cuando por fin le dan a un culpable lo ignora.
Me encanta el final. Me imagino que pertenece a la época donde había el código según el cual el culpable debía pagar al final de la película. Y si no, encaja bien en esa definición.
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