El título se lee "Onibaba", se traduce como "La Bruja Demonio".
La madre y la esposa de un hombre forzado a alistarse en la guerra del siglo XIV en Japón malviven en una ciénaga a base de robar a los que pasan cerca de allí, asesinándolos primero y despojándoles de todas sus pertenencias. Un buen día su vecino regresa tras huir de ella y empieza a tener encuentros con la más joven, cosa que enfurece a la otra.
La máscara demoníaca usada fue la que inspiró a William Friedkin cuando diseño el maquillaje del demonio con la cara pintada de blanco en "The Exorcist" (1973).
Me resulta fascinante la facilidad y la naturalidad con que las mujeres muestran los pechos en esta película. Claro que aunque parecen de lo más desinhibidos los japoneses y sus tabús dan para un blog, porque vaya tela.
Por otro lado me parece una forma muy realista de retratar la situación en la que se encuentran las protagonistas. Si no tienen ni para comprar comida menos aún para ropa. Visten lo justo y necesario para poder ser prácticas y estar cómodas. Bueno y que es verano.
El uso del blanco y negro hace que se pierdan detalles en la oscuridad (que tampoco son necesarios) y que se acentúen, por ejemplo, los mechones canosos de la señora mayor o el color negro de su pintura de ojos.
El escenario es sencillo, un par de cabañas, un agujero, un río y un campo enorme de hierba alta. Pero a la vez tiene gran importancia ya que cada elemento juega un papel importante llegado su momento.
Me ha gustado, en especial la parte final aunque he de decir que el hecho de que las protagonistas sean unas asesinas por necesidad le da un toque oscuro muy interesante a los personajes y más cuando las vemos en acción.
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