Estamos en 1953, un grupo de jóvenes busca pasárselo bien en su época de instituto. Sólo piensan en sexo y gastarse bromas, algunas muy elaboradas. Aunque algunos están dispuestos a amargarles la existencia, como es el caso de Porky, el dueño de un club de striptease.
La verdad es que no sé cuantas veces he visto ésta trilogía, aunque con el paso de los años sigue siendo igual de cachonda que la primera vez. Por algún motivo siempre creí que era la primera de éste estilo, sin embargo hay algunos precedentes de los años 70, como "Animal House" (1978), que supieron ir aún mas allá.
A medida que pasa el tiempo las comedias sobre jóvenes que quieren perder la virginidad ha ido degenerando, las mejores para mi son las clásicas.
Entre las bromas que se gastan está que te van soltando a cuentagotas "¿Habéis encontrado a un negro?" "Si, de casi dos metros con los dientes de oro", cada frase al respecto te deja más y más intrigado, pero no es hasta el final, cuando por fin la ponen en práctica, donde comprobamos lo cabrones que llegan a ser con sus propios compañeros de clase.
Claro que entre ellos hay uno en especial, Pee Wee, que se siente acomplejado por el tamaño de su pene, aparte que los demás se burlan de él. Aparte es un salido de cuidado que sólo busca echar su primer polvo. Sin embargo la caga una y otra vez, aunque sus colegas le ponen oportunidades a huevo, casi siempre buscando putearle.
A pesar de las veces que la he visto no me había fijado en que realmente todo es muy años 50, tanto la música, como los coches, la forma de vestir, el racismo hacia los negros y judíos (que es algo más bien atemporal, pero aquí empiezan a mirar mal a los racistas).
El final es genial, destrozando el local de Porky. Me encantan los detalles porcinos que tiene, por ejemplo el cerdo real que hay en el local o el embellecedor y el pito del coche no sólo hace una música sino que también gruñe como un cerdo.
Con algún desnudo casual, es una película cargada de gags eróticos en el que van interviniendo todo tipo de personajes, no solo los protagonistas. Y todos fueron obra de cosas que habían sucedido en la realidad, recuerdos del instituto tanto del director como de gente que conocía, todos aportaron su miguita.
Entre las bromas que se gastan está que te van soltando a cuentagotas "¿Habéis encontrado a un negro?" "Si, de casi dos metros con los dientes de oro", cada frase al respecto te deja más y más intrigado, pero no es hasta el final, cuando por fin la ponen en práctica, donde comprobamos lo cabrones que llegan a ser con sus propios compañeros de clase.
Claro que entre ellos hay uno en especial, Pee Wee, que se siente acomplejado por el tamaño de su pene, aparte que los demás se burlan de él. Aparte es un salido de cuidado que sólo busca echar su primer polvo. Sin embargo la caga una y otra vez, aunque sus colegas le ponen oportunidades a huevo, casi siempre buscando putearle.
A pesar de las veces que la he visto no me había fijado en que realmente todo es muy años 50, tanto la música, como los coches, la forma de vestir, el racismo hacia los negros y judíos (que es algo más bien atemporal, pero aquí empiezan a mirar mal a los racistas).
El final es genial, destrozando el local de Porky. Me encantan los detalles porcinos que tiene, por ejemplo el cerdo real que hay en el local o el embellecedor y el pito del coche no sólo hace una música sino que también gruñe como un cerdo.
Con algún desnudo casual, es una película cargada de gags eróticos en el que van interviniendo todo tipo de personajes, no solo los protagonistas. Y todos fueron obra de cosas que habían sucedido en la realidad, recuerdos del instituto tanto del director como de gente que conocía, todos aportaron su miguita.
Pasemos a la primera secuela.
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