Jensen Ames es acusado de la muerte de su esposa y es llevado a prisión donde le dan la oportunidad de participar en la "Death Race", una carrera a muerte, para poder conseguir la libertad. Allí se da cuenta de que en realidad todo forma parte de un plan para mantener vivo el interés en la carrera.
Jason Statham en uno de sus papeles más típicos, de malo malote pero en realidad bueno al que le gusta pegarse con cualquiera. Claro que el ambiente carcelario ayuda mucho a reforzar dicho papel.
Me resulta difícil decir que me ha gustado porque no se parece en casi nada a la película original donde el humor negro era lo mejor y los personajes tenían bastante mas personalidad. Y es que es innegable que lo único que pretenden es intentar vender un producto adaptado al publico moderno quien quizás no vea con buena cara a un conductor que gana puntos por atropellar gente normal en plena calle (así nos va).
La única parte que me ha parecido medianamente interesante ha sido el camión (no se el nombre en castellano, imagino que barrendero o limpiador) y tampoco es para tanto, se supone que es algo ultra-secreto en plan para usarlo como ultimo recurso y aparece sin más, la frase que sueltan es "oh, así que era eso en lo que estaban trabajando...", la sorpresa que se lleva el personaje que lo dice es mayor que la que se lleva el espectador, creo yo.
El personaje de Frankenstein en la clásica tenia un sentido, un carisma, es mas el actor que lo interpretaba (David Carradine) le daba mucho sentido, en esta pasa a ser un mero objeto decorativo del que ni siquiera se necesita usar su imagen durante la carrera porque no se le ve.
De hecho pensándolo un poco detenidamente es una especie de "The Running Man" (1987) pero con coches.
Si has visto la clásica esta te parecerá de risa, si no es un producto muy en la linea de las películas "de coches" modernas (por llamarlas de alguna manera).
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