Hora de volver a ver este clásico, aunque esta vez es la edición de DVD del 2004.
Un asesino de niños aterroriza una ciudad y poco a poco va creciendo la recompensa que ofrecen por él a la par que la paranoia colectiva. La policía se esfuerza enormemente en capturarlo pero todas las pistas que consiguen les sirven de bien poco. Finalmente los maleantes de la ciudad deciden tomar cartas en el asunto usando a los pobres como vigilantes.
La película fue titulada "M, el vampiro de Düsseldorf" en España debido a que se le atribuía estar basada en un asesino con ese sobrenombre, cosa que su director Fritz Lang negó en su momento, y por eso me interesó la primera vez que oí hablar de ella hace ya muchos años.
En aquel momento había visto ya cientos de películas de vampiros y ésta parecía tener mucho renombre, cual fue mi sorpresa al descubrir que era de una temática muy diferente a lo que tenía en mente. Un dato curioso, no fue estrenada en España hasta 1961.
Otra curiosidad es que en México la titularon "M, el maldito" y en Argentina "El vampiro negro".
Mas curiosidades, Peter Lorre (Hans Beckert) era incapaz de silbar durante un rato así que lo tuvo que hacer Thea von Harbou, la esposa de Fritz Lang y co-guionista. La canción que silba en la película es "In the hall of the mountain King" de Peer Gynt. Fritz Lang hizo que Lorre se tirase por unas escaleras unas 12 veces.
Al poco de estrenarse Lorre tuvo que irse de Alemania por ser judío, Lang lo hizo dos años después por ser medio judío haciendo de ésta su penúltima película dirigida allí, además fue prohibida durante el régimen nazi. El director la considera su mejor película.
Los extras que hacen de delincuentes eran delincuentes reales, 24 de ellos ingresaron en la cárcel durante la filmación.
Genial el travelling mostrando la organización de pobres parándose en cada sitio importante e incluso atravesando una ventana. En pocos segundos tenemos una perspectiva global de qué sucede en cada mesa y rincón del lugar.
En una persecución sin igual consiguen acorralarle en un edificio, me ha encantado como se dispersan para buscarle, como lo encuentran, lo cogen, se lo llevan y lo mejor el final donde vemos diferentes planos de lo que han dejado tras de si: puertas destrozadas, un agujero en el suelo, los guardias fuera de sentido... y a un pobre infeliz que ni siquiera se ha enterado de que venía la policía.
Y por último el tribunal de los criminales, es una escena única. Se burlan de la ley pero quieren imponer su justicia, que no es otra que la de matar a sangre fría al asesino y así asegurarse que nunca más vuelve a cometer un crimen. Lo genial de esta escena es como el personaje interpretado por Peter Lorre pasa de negarlo todo a poco a poco ir explicando qué pasaba por su mente cuando decidía asesinar y los criminales asienten mientras le escuchan como diciendo que a ellos les pasa exactamente lo mismo.
La versión que acabo de ver tiene una calidad óptima, lo cual hace que se disfruten mucho los detalles y el sonido original. Por cierto, acabo de enterarme que existe un remake del año 1951, lo tengo ya localizado espero comentarlo próximamente.
Y es del año 1931, me cuesta pensar en una película policíaca actual que esté a su altura, en cambio sí en muchas que copian cosas como la forma de actuar el asesino, la policía e incluso el "tribunal", con matices, claro ésta, pero siendo básicamente lo mismo.
Recomendar sería poco decir, esto es cine de alta calidad.
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