Una película francesa, para variar.
François Voisin lleva 20 años trabajando como agente secreto, pero su familia no lo sabe. De repente un día se entera de que su hijo mayor está saltándose clases y cuando se pone a investigarlo descubre que su mujer Hélène está viéndose con otro hombre en secreto. Así que decide tomar cartas en ambos asuntos usando sus herramientas de espía.
Esta vez es la película que usaron como base de "True Lies" (1994).
Protagonizada por Thierry Lhermitte (François Voisin) a quien vimos en "Le Dîner de Cons" (1998). Atentos a la breve aparición de Frédéric Diefenthal (el segundo ladrón), conocido por la saga "Taxi" (1998), además se trata de su debut en el cine.
Lo malo de ver las películas originales es que sabes de antemano todo lo que va a suceder y te fastidia las sorpresas o posibles giros argumentales.
Me hace gracia lo enormes que eran las cámaras de espionaje. Aunque dentro de lo que cabe consiguen poner una en un collar de perro, pero vamos. En comparación hoy en día son minúsculas.
A ver, llamadme loco si queréis, pero igual para seguir a un adolescente que va en moto no hacen falta 3 coches y un helicóptero. Y todo porque el chaval forma parte de un grupo de raperos.
Tiene diálogos bastante graciosos, pero vamos, la he visto en francés y me ha costado un poco pillar los dobles sentidos y demás.
Todas las escenas del "amante" y la esposa son idénticas a las del remake. La única diferente es la del "striptease", pero termina de manera similar. También cambia que vemos una escena más del amante con otra mujer y al final reaparece.
En general es la misma historia, el final también es parecido. No tiene una persecución espectacular en la que destruyen un puente, ni explosiones enormes, pero no deja de ser lo mismo. Personalmente creo que hubiera disfrutado mucho esta película si la hubiera visto antes del remake.
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