La secuela.
El Lute fue encerrado en el Penal del puerto de Santa María, con una condena de más de 50 años por cumplir. Pero él tiene otros planes, consigue hacer un agujero y fugarse. Su familia trata de ayudarle y acaban marchándose a una casa todos juntos.
Repite Vicente Aranda a la dirección.
También Imanol Arias (Eleuterio Sánchez "El Lute") como protagonista. El resto del reparto es nuevo. Destacan Jorge Sanz (Toto) y Pastora Vega (Esperanza).
La película arranca con la misma voz en off que cerraba la primera parte, explicando qué penas le cayeron al Lute tras ser capturado.
Y que este tipejo tuviera los santos cojones de pedir que anularan su condena... cuando no sólo fue culpable del atraco sino que se fugó, dos veces además.
Dicho lo cual, la parte en la que se hace el loco religioso es para mearse.
Total, que el hermano del Lute termina con una gitana y él con otra. Maravilloso.
El rito del casamiento gitano, con la parte donde demuestran que la novia es virgen a todo detalle, es una de las más destacadas de la película.
Esa y los 3000 guardia civiles buscando al Lute, y aún así se escapa de ellos.
Que las dos gitanas salgan desnudas, en diferentes momentos de la película.
Joder, lo del taxista no me lo esperaba. Qué cabronazo.
Bueno, al final le atrapan y años más tarde recibió la amnistía. Fin.
En esta película le vemos cometer algunos delitos más. Pero eso no es realmente lo que me interesa, sino la cantidad de veces que terminan en un tiroteo, hay una que es una barbaridad. Aunque no me parece demasiado creíble lo que muestran. Los guardias civiles se disfrazan de diferentes personas, y cuando el Lute entra en su coche se lían a dispararle, mil veces, fallando todas. Él saca su arma, pega cuatro tiros y todos se esconden, cagados de miedo, así es como huye. No entiendo nada.
Pero bueno, supongo que habrá parte de verdad en la ficción. En todo caso creo que la primera parte es mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario