Sigamos.
Un escritor llamado Algernon (o Harry, según sus amigos) compra una fotografía de un hombre en una barca en un lago y se obsesiona con ella. Debido a que no puede dormir decide montar una fiesta en su apartamento y tras un día y pico conoce a una chica con la que terminará casándose. Empiezan a vivir una vida normal en la que él escribía y ella pinta cuadros. Pero ella empieza a pintar muchos cuadros con agua y él acaba metiéndose en uno de ellos.
Su duración es de 10 minutos.
Dirigido y escrito por Martin Scorsese. Su segundo cortometraje tras "Vesuvius VI" (1959), aunque tengo la impresión de que ese está perdido.
Me parece la mar de interesante comprobar que estos primeros cortometrajes sean todos en blanco y negro. Lo cual responde no sólo al hecho de que son obras noveles y de poco presupuesto sino que en los años 50 y 60 era lo habitual, incluso en el cine comercial.
Vemos un montaje rápido de cómo decoró su casa.
La cámara es realmente dinámica. Lo más peculiar es cómo lograron eliminar al tipo y a la barca de la fotografía, se nota bastante pero aún así tuvo que ser algo bastante elaborado (y a mano).
Juega también con la repetición y los mismos planos, pero con ligeras diferencias.
Está bien, tiene su gracia. Me recuerda bastante al estilo de Woody Allen, especialmente porque aparece una psicoanalista para ayudar al protagonista. Es quizás demasiado corto, hubiera dado pie a toda una película en caso de ser de Allen.
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