Estamos en un convento de monjas, donde los hombres tienen prohibida la entrada. Entre ellas está la hermana Clara, la más inocente que está allí por pura devoción, sobrina de la madre superiora.
Luego vemos una escena donde las monjas se divierten tocando música y bailando, en la que de repente aparece una enseñando sus bragas transparentes haciendo aerobic en el suelo, mientras se ríe. Y cuando aparece la madre superiora dos salen de un confesionario mientras se visten.
Es un toque lésbico sutil que casi pasa desapercibido.
Después vemos a un hombre follándose a una de ellas, a quienes pilla la madre superiora. Su castigo es confesar sus pecados, mostrar arrepentimiento, cortarse el pelo y quemarlo delante de todas.

Una coge un trozo de cristal roto y un palo y lo pule para hacerse un consolador. Estando desnuda, claro.
Posteriormente lo usa para masturbarse. En esa escena usaron una doble en vez de a Olivia Pascal, según dijo el director Walerian Borowczyk. Es explícita.
Por lo visto pierde la virginidad con el palo, pues al terminar vemos que está manchado de sangre. Y justo le pilla la madre superiora, qué bueno.
Hay otra que toca el violín desnuda.
La madre superiora se pasa la película revisando las habitaciones de las novicias para encontrar cosas "ilegales" como unas cartas subidas de tono o unos dibujos.
Hay algunas escenas más de desnudos, algunas me han parecido bastante gratuitas. Salvo la de la masturbación no hay ninguna otra de carácter explícito. No sé si considerarlas eróticas, son cortas y un poco metidas con calzador.
La historia termina con unas cuantas monjas muertas. Precioso de ver. Una película mal equilibrada, en mi opinión, deberían haberse decidido entre el drama y el erotismo. Se queda a medio camino de ambas temáticas, sin ser ninguna de ellas.
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