domingo, 6 de octubre de 2024

18 ans après (2003)

El título se traduce como "18 años después".

Han pasado 18 años y los 3 padres de Marie siguen cuidando de ella. Mientras tanto Sylvia se ha casado con un estadounidense que ya tenía dos hijos. Marie se va a pasar unos días con ellos a la costa. Pero al final los tres padres se aburren y se unen a ellos.

Repiten André Dussollier (Jacques), Michel Boujenah (Michel), Roland Giraud (Pierre) y Philippine Leroy-Beaulieu (Sylvia). En la anterior película la bebé fue interpretada primero por Gwendoline Mourlet y luego por Jennifer Moret, aquí es Madeleine Besson (Marie).

Es una historia completamente diferente. Cuando los tres protagonistas se quedan solos tratan de reconectar con mujeres, pero no les va tampoco demasiado bien. Una es muy cristiana, la otra es superpesada y la tercera es demasiado moderna.

El personaje del americano es bastante odioso por su manera tan estricta de comportarse, como si fuera superior a los demás.

No acabo de entender el sentido de las piedras en la maleta de la que les ayuda en la casa. Pero bueno, resulta ser la más divertida de todos, llevándose a los jóvenes a un pub y a ver una película sin que los padres se enteren.

Tiene demasiado drama para mi gusto. Podrían haber hecho una comedia de enredo pero prefieren tratar temas serios.

Por otra parte está el "romance" que no tiene ningún tipo de misterio, más allá que Marie no se percata de ello hasta que es demasiado tarde. Y lo alargan tanto que al final no sé si es romance o no.

En fin, la primera película marcó mucho esta secuela es un caos de personajes que sólo consiguen "funcionar" cuando se quitan de encima a los "malos" y deciden dar la cara.

Durante toda la película he tenido la impresión de ser un producto de segundas, para televisión, que trató de aprovecharse la fama de la primera película (cosa que está demasiado de moda).

Los créditos finales van acompañados por Marie y su chico tocando el violín.

En fin, ahora sí, pasemos al remake.

3 hommes et un couffin (1985)

En España la titulamos "3 solteros y un biberón".

Pierre, Michel y Jacques comparten piso. Un amigo de Jacques le pide que recojan un paquete que está a punto de llegarle y él acepta, sin saber que dicho paquete es una bebé. Y justo entonces Jacques, quien es piloto, se marcha a Japón dejando a los otros dos con el marrón, sin saberlo. Su madre Sylvia pide en una carta que cuiden del bebé durante 6 meses.

Esta tuvo una secuela titulada "18 ans après" (2003), que será una de mis futuras entradas.

En realidad la palabra "couffin" no es cuna sino el cesto de mimbre donde se llevan los niños, conocido en español como un moisés. Pero claro, quedaría demasiado raro poner eso en el título.

En la carta que acompaña a la bebé la madre implica que la niña es fruto de una noche de pasión con Jacques, y que se ha marchado a EEUU con lo cual no hay posibilidad de dar con ella. Personalmente creo que es de ser una irresponsable abandonar una bebé en la puerta de alguien del que ni siquiera sabe si está allí. Si el tipo llega a vivir solo la bebé se hubiera quedado tirada en su puerta.

Se ve que es realmente complicado comprar leche para bebés.

Me pregunto cuánto les costaría filmar la parte en la que la bebé se pone a mear mientras le cambian los pañales.

Evidentemente es una confusión, lo que debían recoger era un paquete normal y corriente y lo del bebé ha sido una coincidencia. Claro que el marrón se lo debía comer justo el que se fue 3 semanas de vacaciones a Tailandia.

La situación más que cómica es tensa, aunque hace gracia a su manera cómo la bebé les desbarata los planes y los ritmos circadianos.

En realidad no tengo muy claro por qué no le puede decir a Jacques por teléfono lo de la bebé estando el policía delante.

A la hora, poco más o menos, de película Jacques se pone en contacto con Sylvia, la madre de la bebé. Y aún así la tipa tarda 6 meses en regresar a por ella. Yo la enviaría a cagar.

Encima cuando por fin se la lleva es una irresponsable que la deja en cualquier lado mientras sigue trabajando.

Durante los créditos finales oímos a la bebé balbuceando y al terminar hay una escena extra en la que vemos una fiesta y la última escena de la película. Es un poco raro, parece una toma falsa.

Es una película muy francesa. Hay que entender su manera de ser para interiorizar las cosas que suceden. Digamos que todo tiene sentido si les comprendes un poco. En realidad no la recordaba demasiado, la vi hace un porrón de años, pero vamos que tampoco había demasiado que recordar, algunos detalles sueltos que imagino se verán reflejados en el remake. Sin embargo he decidido saltar a la secuela para poder darle un poco de continuidad a la trama y luego veré las otras versiones.