Tras la muerte de Anthony su esposa Cressida decide acudir a Illyana, la medium que le ayudó a luchar con el tiburón fantasmal. Se dan cuenta de que quizás haya una manera de devolverle a la vida. Él mientras tanto se dirige hacia el lugar donde habita alguien que quiere acabar con él. Tras encontrarse con la muerte le dice que no está solo en la batalla, con él hay un cocodrilo.
La secuela de "Ouija Shark" (2020) de la cual repiten John Migliore (Anthony Struggle), quien además es el director y guionista, y Kylie Gough (Illyana). Pero eso no interesa a nadie, lo verdaderamente llamativo del reparto es el nombre de Lloyd Kaufman (Lord Kauff).
Vale, en la entrada de la primera parte mencioné que la película en realidad estaba hecha en el 2017 y que tardaron 3 años en estrenarla, por eso cuando al principio Anthony dice "parece que ha pasado mucho Tiempo" en realidad es porque han pasado 5 años entre ambos rodajes.
Ah, por cierto, la introducción es un resumen bastante extenso de la primera película. La hija de Anthony se encuentra en paradero desconocido y el alma de Anthony está en el infierno.
El infierno en sí se parece un poco a Tatooine, pero en vez de moradores de las arenas tenemos gorilas enanos camorristas que llevan gafas de sol y colgantes, osea casi lo mismo.
Aunque aparece brevemente en una escena anterior hasta los 20 minutos no vemos el primer ataque del tiburón fantasmal. Esta vez es un peluche que puede mover la mandíbula un poco.
Caldura, el malo, es Carlos Areces con boina, cuernos y de color rojo. Tiene unas cuantas chicas en bikini, la tabla ouija de la primera película y domina al tiburón fantasmal. De repente se pone a cantar con las chicas haciendo los coros.
En un momento dado el tal Caldura hace crecer al tiburón usando al tabla de la Ouija hasta hacerlo gigantesco en lo que parece ser un homenaje a las películas de Godzilla. Pero en cutre, claro.
Kaufman aparece durante unos pocos segundos en la parte final.
A ver, el combate final puede ser todo lo épico que quieras verlo, pero a la hora de la verdad ni el tiburón ni el cocodrilo importan lo más mínimo. Y uno podría pensar que eso sería el final de la película, pero qué va, la historia sigue y plantea una posible continuación.
La cual a día de hoy no ha sido confirmada ni anunciada, espero que se arrepientan. En todo caso esta película es un poco lo que uno podría esperar, escenas sin demasiado sentido, efectos especiales realmente malos, actuaciones de risa... lo de siempre, vaya. Al menos el tiburón forma parte de la trama principal y mata a algunas personas.
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