Cambiemos de género.
Jack DePeyster decide presentar a su madre a Mary, su pareja, a pesar de ser de una clase social diferente. Pero la madre se niega a verla y al día siguiente se van de viaje a Europa, así que Jack le dice a Mary de casarse esa misma noche. Pero la madre se entera y decide bajar del barco y hacerse pasar por una criada para espiarle. Mientras tanto la prensa quiere averiguar todo lo que está pasando también.
Me parece tan ridículo lo del periódico que pone que les parece una locura que un noble se case con una chica de clase inferior. Me cuesta mucho entender que algo así sea un escándalo, lo mismo pasa con que Jack se ponga a trabajar. Lo peor es que la prensa actual sigue siendo igual de estúpida, buscando resaltar cosas que no le deberían importar a nadie sobre gente de la que no tendrían ni que nombrar.
Otra película más de la época muda que gira en torno a la diferencia de clases sociales.
Una curiosidad, en la década de 1920 un viaje en barco de EEUU a Europa tardaba entre 7 y 10 días. Hoy en día tarda mínimo una semana. Es algo que no ha cambiado demasiado en 100 años.
No acababa de entender el sentido de que la madre no quisiera ver a la novia de su hijo, sin embargo es necesario que no se conozcan para una escena que sucede en la parte final.
La historia termina en un clásico enredo donde los personajes tienen diferentes intenciones y hasta el final no se consigue averiguar la verdad.
Y es que termina de una manera muy positiva, quizás demasiado para mi gusto, pero bueno siendo una comedia ligera tampoco lo veo tan mal. Eso sí el sentido de la justicia prevalece, más o menos.
Es una película de apenas una hora de duración ya que tampoco es que el argumento sea demasiado enrevesado. Lo más gracioso es ver como la criada no para de confundir palabras, cosa que en realidad no queda demasiado bien explicada, simplemente es así.
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