Aquí la titulamos "Herbie, torero".
Estamos en Puerto Vallarta donde acaba de llegar Pete Stancheck, el sobrino de Jim Douglas, para recoger a Herbie y llevárselo a Río. Paralelamente un empresario llamado Sr.Prindle se prepara para ir a por un tesoro en Sudamérica pero un ladronzuelo llamado Paco se esconde en el capó.
El único que repite de las anteriores es el director Vincent McEveety.
Al menos esta vez intentaron dar una ligera explicación al cambio de personajes.
El coche que tiraron al mar tras "pasear por la tabla" nunca fue recuperado.
Esta vez usaron 26 coches diferentes para hacer de Herbie.
Sólo llaman a Herbie por su nombre una vez porque Paco lo rebautiza como "Ocho" (que viene de su número 53, osea 5+3).
En la anterior película Herbie vivía una historia de amor. En esta adopta a un niño.
El óxido en realidad es pintura.
Esta es la película más absurda. No sólo "ejecutan" a Herbie tirándolo al mar, donde no sólo consigue sobrevivir sino que llega a la orilla, sino que en un momento dado se pone a torear.
Y en medio de todo el lío, que no es poco, hay una historia romántica que empieza siendo falsa pero termina convirtiéndose en realidad, cómo no.
Toda la película parece enfocada a una carrera en Río, pero nunca llega a suceder porque alargan la historia del tesoro y de cómo se pierden hasta, literalmente, el final de la película.
En fin, que entiendo perfectamente que no hicieran más películas, es la peor de todas. Y eso que en realidad no fue un fracaso de taquilla.
Técnicamente esto es el final de la historia de Herbie, pero hicieron dos películas más y ya he comentado una de ellas así que pasemos a la que me falta por ver.
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