Es de noche y un fabricante de muñecas sigue trabajando pacientemente en su tienda. Tras montar un aparato eléctrico en la pared se marcha, pero al poco se produce un cortocircuito y se incendia la tienda.
Tiene una duración de 8 minutos.
Acabo de darme cuenta de que el apellido del director se escribe Polański. Por cierto, también hace un cameo. Lo hizo durante su último año en la escuela de cine.
Normalmente suele excluirlo de su filmografía pues no es su cortometraje menos favorito.
Es en blanco y negro y sin diálogos, como los anteriores, con una música de fondo.
He de decir que no acabo de pillar la parte interesante esta vez. La cámara se pasea por la habitación llena de muñecas, algunas rotas, vemos también piezas sueltas, un reloj de cuco y lo único relevante es el contador eléctrico (creo) que es lo que hace que se prenda fuego... pero poco más. Ni siquiera las personas que van por la calle se percatan de lo que sucede.
Es peculiar, eso sí, simplemente no le veo nada por lo que resaltarlo respecto a los otros que he visto hasta ahora.
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