Estamos en Londres. Lucy Muir decide llevarse a su hija Anna lejos de la casa de su suegra pues su marido hace ya un año que falleció. Elige una casa donde habitó un tal Capitán Daniel Gregg al descubrir que su fantasma mora aún en ella.
Hicieron una serie con el mismo título que tuvo dos temporadas con un total de 50 episodios, fue emitida entre 1968 y 1970. Se planteó un remake de la película en los años 90 con Sean Connery y Michelle Pfeiffer como protagonistas que nunca llegó a suceder.
La palabra muir en gaélico quiere decir mar. Se dice que los marinos se casan con el mar, o que la única mujer que han amado es el mar.
Del reparto quisiera destacar a Natalie Wood (Anna Muir de niña). Es una de sus primeras películas, ese mismo año salió en “Miracle on 34th street” (1947), es conocida por “Rebel without a cause” (1955) y “West Side Story” (1961).
El apartado musical corrió a cargo de Bernard Herrmann quien lo considera su mejor trabajo.
No usaron ningún efecto visual con el Capitán Daniel Gregg para acelerar la producción. Aunque le vemos desvanecerse una vez.
He de decir que la actitud de Lucy es lo mejor. El tipo de la inmobiliaria insistiendo en que esa casa no le conviene y ella segura de que es la adecuada es un diálogo genial.
Al fantasma le oímos bastante pronto pero hasta pasados 22 minutos no le vemos. He de decir que me encanta su manera de hablar aparte que es de lo más ocurrente.
La historia se centra tanto en la relación entre Lucy y el fantasma que se olvidan casi por completo de la hija, Anna, a quien vemos en momentos puntuales.
Me ha gustado mucho, tiene algunos detalles que me han sorprendido, pese a la simpleza de la historia. Por ejemplo lo que oculta el escritor del que se enamora la protagonista o la parte en la que la hija y ella se ponen a hablar en la parte final.
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