Un asesino de mujeres anda suelto y trae de cabeza a la policía. El Inspector Tellini es quien lleva el caso y se dedica a indagar cada una de las pocas pistas que deja el asesino.
Otra película del estilo giallo con un animal en el título tras el éxito de “L’uccello dalle piume di cristallo” (1970) de Dario Argento.
Un reparto encabezado por Giancarlo Giannini (Inspector Tellini), conocido por “Hannibal” (2001) y “Man on Fire” (2004). Con Barbara Bach (Jenny), conocida por “The Spy Who Loved Me” (1977) y “L’Umanoide” (1979), fue su segunda película.
La BSO corrió a cargo de Ennio Morricone.
Para la escena en la que un hombre cae desde lo alto de un edificio usaron un maniquí, sin embargo fue inintencionado que golpease una ventana al caer.
No tienen ningún problema a la hora de mostrar desnudos femeninos. De hecho una de las mujeres asesinadas hizo una sesión de fotos desnuda y la policía las revisa varias veces (con resultados productivos).
Soy muy fan de “la catapulta”, un investigador privado que menciona su apodo siempre que puede.
El título es porque el asesino usa una técnica similar a la de una tarántula a la hora de matar. Primero inmoviliza a la víctima inyectando una droga en la nuca y luego les clava un cuchillo en la tripa.
Es una metodología que me recuerda bastante a Jack el Destripador.
Aparece una piscina (bastante grande) cubierta con un plástico transparente. No sé muy bien el sentido, pero parece un invernadero.
Quizás justifican demasiado la motivación del asesino, aquello de que sufre enfermedades mentales, la mujer le ha engañado y demás.
Pero no por ello deja de ser una película interesante. Las partes que más me han gustado son la de la persecución y la pelea final.
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