Steve Wiley tiene duplicados de los tickets de la rifa de un coche, para asegurarse de que lo gana, pero de repente aparece el verdadero ganador y le engaña diciéndole que le llevará a Hollywood. El problema es que por mucho que lo intenta no consigue deshacerse de él.
La última película protagonizada por la pareja artística que formaron Dean Martin (Steve Wiley) y Jerry Lewis (Malcolm Smith). Tomaron la decisión antes del rodaje, durante el cual ni siquiera se dirigieron la palabra, cuando no estaban grabando claro. Eso hizo que Jerry Lewis nunca la viera posteriormente porque le resultaban muy dolorosos los recuerdos.
Destaca también Anita Ekberg haciendo de sí misma. La película que dice que va a protagonizar en la que hace de la amante de Napoleón no es real. Ha salido en títulos como “La dolce vita” (1960) y “Suor Omicidi” (1979).
La película empieza con Dean Martin hablando a los espectadores. Dice que la película está dedicada a los fans de las películas de diversos países y Jerry Lewis interpreta a cada uno de ellos. Muy meta todo.
El matón que va con Steve al principio no puede evitar reírse cuando ve a Jerry Lewis haciendo sus típicas tonterías. Anita Eckberg tampoco puede evitar partirse de risa cuando Jerry Lewis se lanza a la piscina a rescatarla. Estoy bastante seguro de que ambas reacciones son naturales.
Es una película grabada en VistaVision. Para que no se no os olvide lo repiten numerosas veces, incluso en una de las canciones. Es más, en Hollywood pasan (dos veces) por delante de un cartel enorme que pone VistaVision.
Resulta llamativa la facilidad con la que colocan mujeres en bikini en cualquier parte, por poco sentido que tenga.
Creo que el mejor de todos es el perro, uno de sus mejores momentos es cuando conduce un coche.
La cantidad de canciones es exagerada. Además cantan por cualquier cosa.
Por cierto, la película es una road movie en toda regla.
La parte en la que Jerry Lewis “torea” a un pequeño toro me ha recordado a los dibujos animados de Bugs Bunny. Es casi igual de absurda.
En Las Vegas pasan por delante de un cartel que pone “Dean Martin & Jerry Lewis”.
En realidad no acabo de entender la lógica de ir a Hollywood para vender un coche. Tampoco que Steve no se deshaga de Malcolm mucho antes, no se esfuerza demasiado en ese sentido.
Pero bueno, es una película en la que no hay que buscarle tres pies al gato porque tampoco está planteada de manera demasiado seria. Es una comedia musical con la que pasar el rato y poco más.
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