Veamos.
Sudafrica 1957. Un número inusual de tiburones aparecen en la costa que llevaron a cabo una oleada de ataques como nunca antes se tuvo constancia.
La película viene a ser una recreación de los hechos que ocurrieron, casi como si fuera un documental.
La historia que narra es la que inspiró "Jaws" (1975) con la ligera diferencia que es mucho más sangrienta y que salen algunos de los que estaban allí hablando de ello.
Incluso aparece un experto en tiburones y un alcalde que tras los primeros dos ataques no cierra las playas. Claro que este alcalde es peor, decide poner nuevas torres de vigilancia y les da armas a los vigilantes como medidas anti tiburones.
Y, de hecho, la parte de los pescadores y demás cazando tiburones deja claro que no son ni uno ni dos, más bien un montón. Y aún así deciden volver a abrir las playas.
En el apartado positivo tenemos que los tiburones que aparecen son reales (y abundantes, de varios tipos además). Los ataque son variados y aunque el toque extra dramático no me resulta demasiado atractivo algunos de los efectos especiales son muy buenos.
Dura unos 45 minutos que en realidad se quedan en menos porque hace un pequeño preview de lo que va a suceder en cada corte publicitario, pero vamos, no me ha parecido del todo mal.
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