Y aqui tenemos la secuela.
Johnny Blaze se ha ido a Europa para intentar luchar contra el demonio que le posee pero no es una tarea facil. Un cura negro va a buscarle porque le necesita para encontrar a un chico muy importante que solo el Motorista Fantasma puede localizar, el acepta solo cuando le dicen que le pueden devolver su alma a cambio.
El primer detalle es que al principio en vez de salir el logo de Marvel sale el de Marvel Knights, mas acorde con el personaje. Si hay una cosa que odio de las secuelas es que se pasen por el forro de los cojones el argumento de la parte anterior.
En esta el cambio es que ya no es Mephistopheles el que hace el trato con Johnny Blaze sino un tal Roarke "El embaucador" y la forma en que resumen la historia de como llega a firmar el contrato la intentan hacer graciosa pero resulta muy estupida. De hecho ese factor tonteria se mantiene durante la pelicula y no hace ninguna gracia.
Cuando el malote de turno "revive" (por decir algo) gana un poder que es el de la descomposicion INFERNAL (bueno, en la version doblada lo dicen asi), no es que sea un mal poder ni mucho menos pero tiene sus incoherencias. Para empezar el tio lleva guantes a los que se ve que no les afecta dicho poder y en cambio a los que toca se les deshace la ropa. Eso si, un pastelito dentro de un plastiquito de mierda es inmune al poder...
Las transformaciones del motorista en la primera parte se vieron dos diferentes, la primera, mas larga, en la que se le va "derritiendo" la piel, como quemandole por dentro, y las siguientes, inmediatas. En esta siempre es una conversion lenta aunque a veces enseña un ojo, o los dos, o parte de su cabeza... lo unico que consigue es hacer largo algo que no lo necesita.
Y el argumento, buf, "el motorista fantasma debe salvar al hijo del diablo", podria sonar interesante pero la manera en que lo cuentan es tan ridiculo. Ahora puede notar al chico, ahora no pero da igual porque lo encuentra de todas maneras, el chico tiene poderes pero no los usa con los tios que le capturan, los captores derriban con un bazooka y (supongo) abandonan al motorista en el primer enfrentamiento, en el segundo le meten varios misilacos mas gordos y el sigue como si nada. Todo muy coherente.
Del reparto aparte de Nicolas Cage con menos pelo que en la primera pelicula tenemos a Christopher Lambert como el monje de los escritos en la cara, un actor que ya ha demostrado mas de una vez su capacidad de elegir malas peliculas, como por ejemplo "Beowulf" (1999).
En fin, en pocas palabras, evitadla y buscad otra cosa que ver, dificilmente sera peor que esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario