불가사리 (1985)

También conocida como el "Godzilla coreano".

Un poblado de aldeanos vive agobiado bajo el yugo de su rey quien les pide cada vez mas y mas para poder proseguir con la guerra. Hasta que un día dicho rey decide pedir al herrero del poblado que haga armas para el a cambio del hierro de las herramientas de los otros aldeanos, el se opone y el rey lo encierra hasta matarlo de hambre. Pero con sus últimos alientos el herrero fue capaz de hacer una pequeña figurita con el arroz que le había proporcionado su hija (en vez de comérselo) y dijo que el seria Pulgasari. Dicha figurita acabo en manos de su hija quien por un pequeño accidente derramo un poco de sangre sobre ella dándole vida y a partir de entonces Pulgasari se dedico a comer hierro hasta hacerse gigantesco y tras unirse al pueblo lucho contra el rey.

La primera cosa interesante de esta película es su nacionalidad. Es de Corea del Norte aunque su director en realidad es de Corea del Sur y cuando fue filmada ya existía el actual conflicto. El porque un director del Sur acabo rodando una película en el Norte es debido a que al jefe de estado del Norte por aquel entonces le gustaba ese director y quería que filmase una película para el así que lo secuestro y la rodó, claro que poco después el director escapó.

No deja de resultarme curioso que la historia trate de una revuelta del pueblo en contra de su rey cuando el que la pidió era un opresor de su pueblo bajo el yugo del comunismo.

La historia en sí está a la altura de las películas de Godzilla japonesas aunque la forma de actuar de los coreanos es mas de estilo teatral. Los efectos especiales son de la misma calidad y los personajes no son muy diferentes tampoco. De hecho la ambientación se asemeja mucho a las típicas películas de la poca feudal japonesa, claro que hacen uso de misiles.

Otra de las curiosidades es que no fue emitida fuera de Corea del Norte y Sur hasta 10 años después de su estreno.

En definitiva una frikada muy interesante de ver, con efectos especiales bastante cutrones pero un monstruo que no tiene nada que envidiar a los de Japón.